El astillero estima entregar a la Armada la primer LICA a principios de 2018 y, más allá del actual contrato para la construcción de dos unidades, el proyecto prevé al menos seis buques de estas características.
Estas Lanchas tendrán 36 metros de eslora y 8 de manga, dos motores de 500 caballos de fuerza que les permitirán alcanzar la velocidad de 12 nudos, y capacidad para 7 tripulantes y 33 cadetes para su instrucción.
Estas embarcaciones fueron desarrolladas por la Armada y el Astillero Río Santiago desde 2013 a pedido de la Escuela Naval, mientras que el diseño fue realizado totalmente por personal del astillero, en función a la experiencia recogida en marinas donde utilizan este tipo de unidades para que sus cadetes aprendan a realizar navegación costera, en ríos o en el mar próximo a la costa.
Como lineamiento general se requirió que debería contar, por seguridad, con comando duplicado para que en caso de emergencia el oficial instructor tome el control de la lancha, una autonomía tal que permita desplazarse desde Buenos Aires hasta Ushuaia ida y vuelta sin reabastecerse y con motores sencillos que puedan tener asistencia técnica y de repuestos en los puertos a los que se desplace.
La embarcación posee dotación reducida de personal subalterno por los que los cadetes realizarán tanto las tareas operativas específicas de los oficiales como las rutinarias de servicio.
La construcción será supervisada por la Sociedad de Clasificación Nippon Kaiji Kyokai (NKK) quien aprobó los primeros planos estructurales con los que se inició el corte de chapa.
La tarea primaria de las LICA es la instrucción de cadetes en navegación costera, y además podrán colaborar con la ayuda humanitaria en caso de desastres naturales, ya que su diseño fue concebido para realizar navegaciones costeras de instrucción y maniobras marineras básicas, medias y avanzadas en el litoral marítimo y fluvial argentino y de países limítrofes todo el año.
Para esto, cada unidad contará con aula con capacidad para 20 personas adaptable a enfermería, doble puente y doble comando, comunicaciones en HF, VHF y UHF, instrumental de puente y doble puente acorde a la reglamentación OMI en vigor y alojamiento y comodidades para 2 o 3 oficiales, 3 o 4 tripulantes y 33 cadetes, además de capacidad de estiba de víveres y agua para asegurar travesías de 10 días cómo mínimo.
Estas embarcaciones facilitarán a los cadetes navales la experiencia para desempeñarse en forma eficaz en los diversos ambientes marítimos y fluviales; conocer y aplicar las ciencias, tecnologías, marco jurídico y procedimientos que sustentan la práctica de la navegación; emplear sistemas de armas navales, de comunicaciones, navegación, propulsión, control de averías, sistemas auxiliares eléctricos y maniobras marineras, desempañando funciones en diferentes puestos de combate y roles operativos.
Desde ARS explicaron a Télam que “esta es la primera vez que la Armada Argentina incorpora este tipo de buques, ya que hasta ahora las navegaciones de instrucción se realizaban en los avisos Murature y King que por su antigüedad estaban limitados al litoral fluvial o a las camas disponibles en algunas unidades de la flota de mar”.
“Este tipo de buques es utilizado por la marina de los Estado Unidos desde 1920 en su escuela de Annapolis que tiene una flota propia y dónde los conocen como 'I Boats' que les permiten dar un entrenamiento completo a todos sus cadetes”, apuntaron.
“Este es el primer diseño propio que ARS construye para la Armada en casi 40 años y son las primeros buques que construye para la misma desde la serie de corbetas Meko 140; además se le presentó el proyecto a todas las marinas de la región con vistas a poder exportar el diseño para construcción en astilleros locales o en Ensenada de acuerdo a cada necesidad”, completaron.
Fuente: TELAM