Argentina se ha destacado en las últimas décadas por una creciente cooperación nuclear con países de América Latina, el Magreb, el Golfo Pérsico, el sudeste asiático y Oceanía. La estrategia de vinculación internacional fue posible por los acuerdos políticos que abrieron el camino para que el país pudiera exportar tecnología y servicios a partir de las capacidades desarrolladas por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y por la empresa estatal INVAP. Lo que sigue es un detalle de los principales logros en materia de exportación.
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Reactor nuclear OPAL construido por INVAP. |
Argelia. En 1984 Argentina y Argelia firmaron un convenio de cooperación científica y tecnológica y, al año siguiente, INVAP obtuvo un contrato para exportarle a esa nación africana un reactor de investigación de 1MW de potencia y una planta para fabricar elementos combustibles nucleares. El reactor, bautizado NUR, se inauguró en Argel en abril de 1989 tras 18 meses de construcción. En la última década, Argelia tomó la decisión de desarrollar su primera central nuclear de potencia y en ese contexto comenzó a dar una serie de pasos previos para concretar el objetivo, entre los que se incluyen la ampliación de la capacidad de su reactor de investigación y la instalación de una planta de radioisótopos. INVAP se posicionó entonces nuevamente como un posible proveedor de esos servicios, aprovechando las capacidades de CNEA y su propia experiencia como exportador de tecnología aplicada. Las nuevas restricciones vigentes para la transferencia de tecnología nuclear obligaron a negociar además un convenio país-país que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner firmó durante su gira por el Magreb en noviembre de 2008. El año pasado, INVAP terminó de acordar los términos del trabajo con Argelia y ahora la actividad podría ponerse en marcha.