Se trata de un dispositivo multifuncional que facilita el tratamiento de personas con cuidados intensivos prolongados y contempla tanto sus necesidades físicas como psicológicas.
Las quemaduras graves y críticas representan uno de los traumas más dolorosos que puede enfrentar una persona: implica no solo el daño severo de la piel, las vías respiratorias, los huesos y la salud de los múltiples órganos, sino un sentimiento continúo de ansiedad y miedo que el mismo tratamiento contribuye a potenciar.