Tienen un motor potente y una construcción robusta que les permite convertirse en herramientas de trabajo. Una empresa argentina diseña una línea de acoplados para cuatriciclos que hace posible reemplazar maquinaria más pesada.
Tomando como punto de partida el uso cada vez más difundido de los cuatriciclos en las zonas rurales, una empresa ideó acoplados de arrastre para hacer que los cuatriciclos puedan hacer los trabajos que quedan a mitad de camino entre tractores y cortadoras de pasto. Los tractores, además de su tamaño y potencia, tienen una toma de fuerza, es decir, un cardan que trasmite la fuerza del motor al acoplado para, por ejemplo, mover la cuchilla de corte de una desmalezadora. Como los cuatriciclos no tienen esta toma de fuerza, el acoplado tiene un motor propio de pequeñas proporciones. Una ventaja del cuatriciclo es que puede circular por espacios pequeños y no compactar tanto la tierra, como sucede con maquinaria más pesada.
La metalúrgica IMA fabrica la gran mayoría de las herramientas que se acoplan a los cuatriciclos en nuestro país, entre las que se incluyen desmalezadoras, rastras de arado y carderas. “El proyecto surgió a raíz de una inquietud de clientes de Uruguay, porque ellos están acostumbrados a trabajar en espacios más chicos, entonces se diseñaron las máquinas para ese proyecto que después se trasladó acá a la Argentina”, explica Osvaldo Moreira, representante de la firma IMA.
Sus clientes son por lo general los dueños de quintas que hacen el mantenimiento de parques y jardines, o los dueños de viñedos en Mendoza. También suelen adquirir sus herramientas los productores de economías regionales y de cítricos, que por la distribución de sus árboles necesitan vehículos más pequeños.
El 92% de las piezas de estos productos son fabricadas en el país, pero el motor, el elemento crítico que tienen estas herramientas, debe ser importado. “Lamentablemente todos los motores, salvo los viejos motores Villa que todavía se fabrican en la Argentina, son importados, y hoy un motor Villa vale cuatro o cinco veces lo que vale un motor de última tecnología importado”, afirma Moreira.
Pueden encontrarse cuatriciclos usados a bajos precios, similiares a los de un mini tractor corta pasto, con la ventaja de que pueden ser usados también como vehículo. Por otro lado, un tractor de usos agrícolas puede costar unas seis veces el precio de un cuatriciclo, aunque está más preparado para el uso intensivo en el campo y puede hacer trabajos más pesados. En cuanto a la potencia necesaria para arrastrar estos acoplados, Moreira afirma que “han vendido desmalezadoras que las están tirando con los cuatriciclos, que tienen motores de 50 centímetros cúbicos, como para chicos, pero para las rastras de disco es necesario uno un poco más potente, con motor de 250 centímetros cúbicos para arriba, y en lo posible que sea de la línea parrillero”. Como la mayoría de los cuatriciclos no fueron diseñados para este fin, es posible que sufran un desgaste mayor en los palieres o transmisiones, aunque de todas maneras se convierten en una opción interesante para tecnificar una producción que se hacía de manera manual. De ésta manera se puede mejorar la calidad de vida de sus productores.
Fuente: Agencia TSS