Investigadores de Conicet en la Fundación Instituto Leloir (FIL) descubrieron que las neuronas que nacen en un animal adulto son capaces de desestabilizar y modificar una memoria existente, aunque pueden hacerlo sólo una vez.
Esto podría ser la explicación acerca de por qué el cerebro sigue generando estas células a lo largo de la vida para no perder esa capacidad de adaptación.