miércoles, 29 de junio de 2016

Desarrollan un sistema de control para drones que operan en la Patagonia

Investigadores de la Universidad de la Patagonia Austral en Río Turbio trabajan en un sistema de control de vuelo de drones que se adapte a las condiciones locales de fuertes vientos y terreno montañoso.


En la Patagonia los vientos fuertes son una constante. Esa característica tan positiva para la instalación de generadores eólicos de electricidad no lo es tanto para el uso de artefactos voladores como los drones (también conocidos como UAV, por sus siglas en inglés), que se ven en problemas al enfrentar vientos de más de 50 kilómetros por hora.

Frente a este desafío, un grupo de investigadores de la Unidad Académica Río Turbio, perteneciente a la Universidad de la Patagonia Austral (UNPA), están desarrollando un software de control y, en una etapa posterior, planean desarrollar un vehículo aéreo no tripulado.

Se trata del primer proyecto de tecnología aplicada del instituto con base en Río Turbio, una localidad de menos de 9.000 habitantes en la provincia de Santa Cruz.

El proyecto es dirigido por Gabriela Rivadeneira, docente, investigadora y especialista en ingeniería de software del Instituto de Investigación Aplicada (ITA) en Río Turbio, y por Juan Giribet, investigador de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), quien también está desarrollando una placa de control de este tipo de dispositivos.

En la iniciativa también trabajan otros nueve docentes e investigadores de Río Turbio y esperan, en poco tiempo, poder incorporar a dos alumnos al proyecto. “Queremos probar que, desde acá, una localidad alejada de las grandes urbes, también podemos hacer cosas nuevas”, dice Rivadeneira.

En Río Turbio los drones se utilizan en la minería, la industria
petrolera y la actividad agropecuaria.

Además de las fuertes ráfagas, en el cielo patagónico los drones deben enfrentar un paisaje montañoso que hace que los vuelos no puedan realizarse en línea recta y donde el viento puede encajonarse y aumentar las ráfagas, lo que exige correcciones del vuelo constantes e instantáneas.

Este software de navegación y control para drones –que utiliza una serie de algoritmos para poder adaptar el vuelo a las condiciones geográficas y meteorológicas que se presenten– se está programando en el lenguaje Python y correrá sobre el sistema operativo ROS para control de robots. La arquitectura es de código abierto y el software será validado en un simulador con la placa de control desarrollada por Giribet.

A futuro, el grupo del ITA planea el desarrollo de un dron de ala fija que usará el sistema en el que están trabajando. Este diseño es más estable frente a condiciones extremas que los modelos más comunes, por lo general dotados de varios rotores.

Además, están evaluando usar la plataforma de la Computadora Industrial Abierta Argentina (CIAA), un proyecto de hardware libre local. “Estamos haciendo una capacitación en estos temas porque entre los integrantes del equipo tenemos diferentes perfiles: hay matemáticos, físicos e ingenieros en sistemas, entre otros, y necesitamos hablar todos el mismo idioma”, explica Rivadeneira.

Río Turbio es una zona minera pero también se desarrollan allí la industria petrolera y la actividad agropecuaria, todas áreas a las que actualmente se está incorporando el uso de dispositivos aéreos autónomos. Diversas instituciones de la región ya plantearon su interés en el proyecto, como el Instituto de Ciencias Naturales de la UNPA, que necesita un dron para estudios de agricultura mediante imágenes aéreas

Fuente: TSS