Investigadores del INTA trabajan en el desarrollo de un dispositivo portátil que permitirá detectar y diagnosticar enfermedades en el ganado, sin necesidad de llevar muestras a laboratorios que suelen estar alejados del campo.
Agencia TSS – Un equipo interdisciplinario de investigadores del INTA está trabajado en el desarrollo de un dispositivo de diagnóstico portátil que, a través de la nanotecnología, permitirá detectar enfermedades en el ganado bovino en el mismo lugar adonde se encuentra el rodeo.
“Hay cosas que no podemos resolver con las tecnologías convencionales y a partir del trabajo que empezamos a hacer en ‘nano’ vimos que podía ser la herramienta que nos permitiera lograr un desarrollo que hasta ahora no podíamos tener”, recuerda Ana Laura Zamit, investigadora del Instituto de Virología del INTA Castelar, que trabaja en este proyecto desde que comenzó a idearse, a finales de 2012.
Los investigadores esperan poder utilizar nanopartículas magnéticas para detectar diversas enfermedades del ganado vacuno en el campo, sin necesidad de que esas muestras deban ser trasladadas a laboratorios distantes, como ocurre actualmente. “La idea es que a futuro sea un sistema que detecte varias enfermedades para cada muestra”, afirma Zamit y aclara que, en general, suele ser preferible trabajar con pocas enfermedades de manera inicial, para luego ir incorporando nuevas patologías a medida que se vayan alcanzando logros en el desarrollo.
Por eso, el equipo de Virología del INTA comenzó trabajando con dos enfermedades virales: la leucosis bovina y la diarrea viral bovina. “Las elegimos para poder probar el desarrollo en el campo, con el visto bueno del productor”, comenta Zamit y explica que si hubieran tomado el virus de la fiebre aftosa, por ejemplo, podrían haber encontrado resistencia entre los productores ya que, si durante el estudio se detectaran casos de la enfermedad, sería obligatorio hacer la denuncia.
“En los casos que elegimos es al revés, dado que al productor le resultaría un beneficio saber el estado sanitario de su ganado, porque son enfermedades que tienen impacto económico en la producción ganadera”, agrega la especialista. Y advierte que todavía están trabajando con muestras de laboratorio (aunque en el caso de la leucosis bovina también aprovechan las capacidades de otro grupo de colegas del INTA, que estudia esa enfermedad y sí está en contacto con productores), ya que el desarrollo todavía se encuentra en una etapa inicial. “Estamos trabajando en la manipulación de las nanopartículas con los materiales de reconocimiento del elemento que queremos detectar”, explica esta especialista que se doctoró en Inmunología en la UBA.
Una de las barreras a derribar en la investigación, según Zamit, se vincula con la manipulación y el conocimiento de los materiales. Los investigadores provienen de disciplinas biológicas y no tenían una formación especializada en física o química. “Empezamos a trabajar con los materiales de a poco y a descubrir un montón de cosas que nos fueron abriendo horizontes nuevos. Las dificultades también tienen que ver con equipamientos e insumos y a veces tenemos que buscar con quién podemos medir tal o cual cosa, por ejemplo, y debemos movilizarnos para poder hacerlo”, reconoce Zamit.
La investigadora destaca la colaboración de este equipo del INTA con especialistas de otras instituciones como el INTI, la CNEA y el Centro Atómico Bariloche, y la importancia del trabajo interdisciplinario entre investigadores. “Para mí es una de las cosas más importantes de este proyecto desde el punto de vista del trabajo y de la innovación, por las capacidades y las relaciones que se fueron armando en torno a él”, asegura.
Fuente: TSS