Es un pepino de mar color violeta, único en su tipo, hallado a casi 2.000 metros de profundidad por investigadores del CONICET. Se supone que el 99 por ciento de las especies en el lecho marino todavía no han sido identificadas.
(01/09/2014 – Agencia CyTA-Instituto Leloir. Por Bruno Geller)-. Las profundidades del mar siempre resultaron un misterio, tal es así que los científicos creían que no había vida en estas regiones gobernadas por la oscuridad. A partir de numerosos hallazgos y campañas se demostró lo contrario y desde entonces se siguen registrando y describiendo nuevas formas de vida que sorprenden.
Ahora, el doctor Mariano Martínez, del grupo del Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN) que conducen los doctores Pablo Penchaszadeh y Guido Pastorino, descubrió una nueva especie de pepino de mar color violeta de alrededor de 20 centímetros de longitud que habita a casi 2.000 metros de profundidad en el Cañón Submarino de Mar del Plata.
Los pepinos de mar pertenecen al mismo grupo de los erizos y estrellas de mar. Tienen representantes en todo el mundo y las grandes profundidades frente a Argentina no son la excepción. Poseen forma de pepino y en la costa argentina suelen no exceder los 10 centímetros de longitud, aunque la nueva especie duplica a sus parientes en tamaño.
Martínez y sus colegas del CONICET recogieron el ejemplar cuando estaban a bordo del buque, el Puerto Deseado, que mandó construir el CONICET para hacer investigación científica. Los investigadores hicieron observaciones sobre los ejemplares frescos en el laboratorio de la embarcación. Y luego fue preservado para su estudio en el museo. “Nos llevó un tiempo poder clasificarlo”, dijo Martínez, integrante del Laboratorio de Ecosistemas Costeros del MACN. Fue bautizado Benthodytes violeta.
Laboratorios científicos de Bélgica, de Francia, de Sudáfrica y otros países se comunicaron con los investigadores argentinos para conocer más detalles sobre esa especie descrita en la revista científica “Zootaxa”.
“Los resultados son impresionantes”, comentó Martínez. “Al asombro indescriptible a bordo del buque cada vez que aparece la rastra con los animales, se une el descubrimiento de nuevas formas. Muchas son especies nunca antes vistas ni descriptas.”
De acuerdo con Penchaszadeh, el descubrimiento de estas especies marinas demuestra que en las profundidades del mar argentino existe una muy rica biodiversidad. “Las distintas especies que se están descubriendo en las campañas científicas del CONICET deben apenas constituir el uno por ciento del total de formas de vida que habitan las profundidades marinas. Estamos corriendo las fronteras del conocimiento del Mar Argentino”, señaló.
Los pepinos de mar pertenecen al mismo grupo de los erizos y estrellas de mar. Tienen representantes en todo el mundo y las grandes profundidades frente a Argentina no son la excepción. Poseen forma de pepino y en la costa argentina suelen no exceder los 10 centímetros de longitud, aunque la nueva especie duplica a sus parientes en tamaño.
Martínez y sus colegas del CONICET recogieron el ejemplar cuando estaban a bordo del buque, el Puerto Deseado, que mandó construir el CONICET para hacer investigación científica. Los investigadores hicieron observaciones sobre los ejemplares frescos en el laboratorio de la embarcación. Y luego fue preservado para su estudio en el museo. “Nos llevó un tiempo poder clasificarlo”, dijo Martínez, integrante del Laboratorio de Ecosistemas Costeros del MACN. Fue bautizado Benthodytes violeta.
Laboratorios científicos de Bélgica, de Francia, de Sudáfrica y otros países se comunicaron con los investigadores argentinos para conocer más detalles sobre esa especie descrita en la revista científica “Zootaxa”.
“Los resultados son impresionantes”, comentó Martínez. “Al asombro indescriptible a bordo del buque cada vez que aparece la rastra con los animales, se une el descubrimiento de nuevas formas. Muchas son especies nunca antes vistas ni descriptas.”
De acuerdo con Penchaszadeh, el descubrimiento de estas especies marinas demuestra que en las profundidades del mar argentino existe una muy rica biodiversidad. “Las distintas especies que se están descubriendo en las campañas científicas del CONICET deben apenas constituir el uno por ciento del total de formas de vida que habitan las profundidades marinas. Estamos corriendo las fronteras del conocimiento del Mar Argentino”, señaló.