Investigadores cordobeses innovaron en el uso de sistemas de impresión 3D para realizar simulaciones de intervenciones quirúrgicas, y de esa forma permitirán que al practicar una intervención sobre un modelo que representa la anatomía del paciente, se pueda planificar la misma y anticipar problemas que podrían llegar a surgir.
Si bien la tecnología de impresión 3D se está utilizando en el mundo para realizar todo tipo de actividades en múltiples industrias, BioINAR, tal cual se llama el proyecto, está adaptado de forma especial para la biomedicina.
Las dimensiones de la impresora 3D apuntan a poder generar la impresión de estructuras anatómicas, y permitirá la utilización de una gran cantidad de materiales de diferentes densidades.
El grupo de trabajo está integrado por el Ingeniero Biomédico Adel Arja, el Médico Cardiólogo Víctor José Arja y la Médica Endocrinóloga Ana María Arja. El equipo tiene una planta de trabajo en Jesús María, Córdoba, y otra en Córdoba Capital. La idea surgió basada en el proyecto de tesis de Adel Arja, Ingeniero Biomédico de la Universidad Nacional de Córdoba.
El grupo de trabajo está integrado por el Ingeniero Biomédico Adel Arja, el Médico Cardiólogo Víctor José Arja y la Médica Endocrinóloga Ana María Arja. El equipo tiene una planta de trabajo en Jesús María, Córdoba, y otra en Córdoba Capital. La idea surgió basada en el proyecto de tesis de Adel Arja, Ingeniero Biomédico de la Universidad Nacional de Córdoba.
En diálogo con EL OTRO MATE, el doctor Arja explicó que “haciendo uso de imágenes médicas de un paciente (tomografías, resonancias magnéticas), se logra una reconstrucción 3D digital de estructuras anatómicas (partes óseas, corazón, pulmones, hígado, tumores, etc.). La reconstrucción digital se procesa mediante software de diseño asistido por computadora, y luego se materializa mediante una impresora 3D. Se utilizan materiales de diferentes densidades y propiedades estructurales para representar las diferentes estructuras anatómicas. Por ejemplo, Si un profesional quiere obtener un modelo de una estructura ósea de un paciente, se utiliza un material de densidad similar a la del hueso”.
La implementación también es sencilla. El médico indica al paciente que se realice una tomografía axial computada (TAC) o resonancia magnética nuclear (RMN) de acuerdo a la densidad de la estructura anatómica que desea obtener. Las imágenes médicas obtenidas son enviadas a bioINAR para procesarlas y obtener una reconstrucción 3D digital de la porción anatómica afectada. Se realiza una reunión entre el cirujano y un representante de bioINAR para analizar la reconstrucción 3D obtenida. La reconstrucción digital se materializa a través de sistemas de impresión 3D, y el modelo es enviado al profesional.
Los sistemas de bioINAR ayudan al cirujano a encontrar una forma óptima de abordar una intervención quirúrgica. De esta forma, al operar sobre el paciente, ya habrá realizado una simulación con un modelo físico, podrá anticipar problemas y la intervención resultará más sencilla. “Un niño nace con un corazón malformado, y requiere una operación de manera urgente. El procedimiento quirúrgico es sumamente complicado, y se requiere tener conocimientos de detalles precisos y particulares de ese corazón. Los cirujanos recurren a bioINAR con la idea de obtener un modelo de un corazón del doble del tamaño del que tiene el niño afectado, para así poder analizar la forma de intervenir y no perderse ningún detalle. Una vez realizada la impresión 3D, los médicos determinan que el corazón del niño había nacido con deformidades en aorta y arterias pulmonares, y a la hora de realizar la intervención se conoce el panorama y se ahorra muchísimo tiempo” grafica Arja.
En un principio, el equipo de bioINAR realizará el procesamiento de imágenes médicas e impresión 3D del modelo, para demostrar la calidad y utilidad de los prototipos obtenidos.
Fuente: Toma Mate y Avivate