Antes de fin de año se terminará la instalación de cuatro radares primarios que controlarán el espacio aéreo en la frontera norte de la Argentina. Cada uno de ellos tiene una cobertura de 400 kilómetros y son fabricados por la empresa INVAP.
Agencia TSS - El Radar Primario Argentino (RPA) permite identificar aeronaves y, a diferencia de un radar secundario, no necesita que el avión envíe ninguna información en forma voluntaria. Es un desarrollo que Fabricaciones Militares encargó a la empresa rionegrina INVAP y es la primera vez que se desarrollan este tipo de radares en el país.
“Ya hay un radar instalado que se inauguró a finales del año pasado en Formosa (en la localidad de Las Lomitas) y se suma al prototipo que está instalado en Morón. De los seis radares de la primera serie se va a terminar la instalación de los primeros cuatro radares durante este año”, afirma Leandro Navarro, subsecretario de Investigación, Desarrollo y Producción para la Defensa del Ministerio de Defensa. El siguiente RPA se instalará en Ingeniero Juárez, también en la provincia de Formosa.
La mayoría de estos radares, que tienen un radio de cobertura de 400 kilómetros, se instalarán en la frontera norte de la Argentina, principalmente en Formosa y Misiones. Cubrir esta frontera es prioritario debido a la necesidad de controlar el vuelo de aeronaves de bajo porte relacionadas con el narcotráfico. Sin embargo, los contratos de otras series siguientes irán cubriendo otros puntos de la Argentina.
El RPA tiene un conjunto de contra-contramedidas electrónicas, es decir, que puede defenderse frente a ataques electrónicos desde otros puntos o aeronaves.
Además de su rol en el control del espacio aéreo nacional, el RPA también tiene importantes perspectivas comerciales. De hecho, Bolivia presentó interés en adquirir algunos para controlar su espacio aéreo, ya que actualmente no cuenta con radares de este tipo.
Los radares van montados sobre una estructura de hormigón. El radar que se montó en Las Lomitas primero fue llevado al lugar y empezó a operar, pero cuando se terminó la obra civil fue montado por encima de la edificación, mejorando así su alcance y rendimiento. El mismo procedimiento se llevará a cabo en Ingeniero Juárez. “El que está en proceso de instalación empezará a operar en breve y los otros ya están en instancias muy avanzadas. Yo digo que serán cuatro este año, pero tal vez sean más”, expresa Navarro.Además, este proyecto tuvo como subproducto al Radar Mediano Experimental (RAME), un radar de mediano alcance que se instaló en Santiago del Estero y es un prototipo operacional. Actualmente, se está trabajando con la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) para usar un transistor como amplificador de señal, que desarrollaron investigadores de la universidad y de la Comisión Nacional de Energía Atómica, y que se espera que en un futuro pueda ser incorporado a otra serie de radares.
A finales del año pasado también se había instalado el Radar Meteorológico Argentino 1, desarrollado por INVAP, en la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional de Córdoba. Se trata del primero de 12 radares meteorológicos que permitirán prevenir contingencias ambientales como crecidas repentinas de los ríos, caída de granizo o la ocurrencia de tormentas severas. Este conjunto se sumará a los ocho radares meteorológicos de origen extranjero presentes en la Argentina.
Fuente: Agencia TSS