Investigadores del Pladema de la Universidad Nacional del Centro diseñaron y construyeron un simulador de excavadora que permitirá entrenar a operarios en todo el país.
Investigadores del instituto Pladema de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Unicen) crearon un simulador de excavadora hidráulica para entrenar a operarios. El proyecto fue financiado por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y se interactuó con la Cámara Argentina de la Construcción, la Fundación UOCRA y el IERIC (Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción).
El simulador ya está en una etapa funcional, es decir, que ya se hizo el cierre operativo con el destinatario. Actualmente atraviesa la etapa de instalación del software y el hardware en el tráiler de un camión, junto con la jaula y palancas similares a las de las máquinas reales, lo que permitirá trasladar el simulador para capacitar a los futuros operarios de las excavadoras en diversos lugares de la Argentina.
El simulador ya está en una etapa funcional, es decir, que ya se hizo el cierre operativo con el destinatario. Actualmente atraviesa la etapa de instalación del software y el hardware en el tráiler de un camión, junto con la jaula y palancas similares a las de las máquinas reales, lo que permitirá trasladar el simulador para capacitar a los futuros operarios de las excavadoras en diversos lugares de la Argentina.
Hasta hoy, los operarios debían capacitarse en las mismas excavadoras, lo que generaba un alto número de accidentes además de la problemática de tener que dedicar un capital muy costoso, como es el caso de estas máquinas, a un fin no productivo. Una vez arribado el tráiler al campus universitario de Tandil, allí “se instalarán tres estaciones con jaulas, butacas, controles e indicadores iguales a los de la maquinaria real”, dice Cristian García Bauza, doctor en Ciencias de la Computación y coordinador del proyecto.
La prueba del sistema de la versión final se hizo con referentes del IERIC, de fundación UOCRA y del Ministerio de Trabajo, que junto con un operario experimentado estuvieron usando el simulador. Se probaron los módulos de ejercicios uno a uno y se analizó el comportamiento del sistema. “El operario fue dando su opinión y dijo que se parecía mucho a la realidad y que va a servir para instaurar la memoria muscular” afirma García Bauza, también coordinador del Media.lab –grupo de computación gráfica y realidad virtual- del Pladema.
En el simulador, el instructor tiene una tableta donde están los distintos módulos de ejercicios. Se inicia el ejercicio acorde a la experiencia del alumno y se le indican las repeticiones que debe hacer. Un módulo típico contempla entre 20 y 30 repeticiones del mismo ejercicio. Al final, el instructor recibe un reporte donde se muestra el estado de situación y cómo estuvo el ejercicio. Durante la práctica virtual, el instructor puede manejar algunas variables, como modificar algún parámetro o presentar determinadas fallas para ver cómo responde el alumno ante ese estímulo.
García Bauza explica que “lo que se trata de hacer es que el operario de la excavadora repita muchas veces una misma operación para ejercitar su memoria muscular y que lo haga de manera casi automática. Hay que tratar de independizar los movimientos, porque hay dos palancas que se manejan con mano izquierda y derecha y dos pedales que se manejan con cada uno de los pies. Entonces, hay que tener independencia en cada uno de los miembros para poder utilizar la máquina. Es parecido a tocar una batería: hay que lograr una independencia similar en el cuerpo”.
El proyecto, bautizado SIMEx (simulador de excavadoras hidráulicas), fue finalista el año pasado el premio Sadosky en la categoría de Tecnología de Innovación.
El simulador contempla una vista en tres dimensiones del entorno de trabajo de una excavadora, recreando la visual que tiene el operario desde adentro de la máquina. El sistema representa un modelo estructural completo de la excavadora, determinando el valor de fuerzas y tensiones a las que está sometido el aparato durante su funcionamiento.
El desarrollo se llevó a cabo en apenas diez meses gracias a que el Media.Lab del Pladema ya tiene mucha experiencia en simuladores. Anteriormente, habían diseñado un simulador de maniobras de buque para la Armada y simuladores de radar marítimo, aéreo y terrestre. “También desarrollamos videojuegos para niños con autismo o con capacidades diferentes y los instalamos en la Asociación Tandilense de Ayuda al Discapacitado, para que los docentes puedan enseñarles diversos conceptos a los chicos”, cierra García Bauza.
Fuente: Agencia TSS