Una importante obra avanza a ritmo silencioso pero sostenido, entre ruidos de máquinas que producen hormigón, grúas que enganchan vigas de acero y soldaduras. Se trata de un proyecto histórico para la ingeniería civil argentina y para la ciencia y tecnología del país, es el CAREM- 25.
Llevado a cabo por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) en Lima y en el antiguo predio donde se alzaba la planta de agua pesada, ubicada en un terreno lindero al Norte de la central nuclear de Atucha I. Esta obra consta de la construcción y puesta en marcha de un prototipo de reactor nuclear modular, de baja potencia y más pequeño de los que se pueden ver en las centrales nucleares comerciales y convencionales. Se trata de una obra única, con un licenciamiento único y que cumple con todas las normas de seguridad nuclear y medioambientales actuales; con una permanente revisión de los programas de trabajo y dirigido exclusivamente por la CNEA.
Asimismo, tiene una característica que no tuvo ninguna otra central del país, se arrancó desde cero, desde su “startup”, con recursos 100% nacionales, con un diseño nacional, con mano de obra local y priorizando que todas las empresas proveedoras sean argentinas. Sin dudas es el coronamiento de más de 60 años de conocimiento industrial y nuclear adquirido por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).
El pasado 8 de febrero comenzó, formalmente, la obra con el hormigonado estructural de lo que es el edificio central donde se instalará el reactor. Previamente se cavó un inmenso pozo, de seis metros de profundidad, para colocar los cimientos y construir los diferentes niveles que, por seguridad, tiene una central nuclear.
Para ello se retiraron 50 mil metros cúbicos de tierra y se espera retirar otros 15 mil para construir el lugar donde se colocará el turbogrupo, o sea la turbina que girará con el vapor producido en el reactor.
La CNEA va generando permisos de acuerdo a un cronograma que tienen y que marca el avance de obra. Actualmente se está en la primera fase de “Utilización del sitio y construcción”, edificando el edificio propiamente dicho. En una segunda etapa, que prevén recibir el permiso antes de fin de año, se espera que comience la hormigoneada de todo el módulo nuclear.
De acuerdo al cronograma oficial, se espera que el inicio del montaje electromecánico sea en el primer semestre de 2015 y el inicio de las pruebas sin combustible nuclear (operacionales, mantenimiento y entrenamiento) para el primer semestre de 2016.
Saneamiento
En lo estrictamente técnico, es una obra dentro de otra porque se saneó todo el pasivo ambiental de lo que antiguamente fue la planta de agua pesada, que nunca llegó a funcionar. Desde tambores de aceite, asbesto, que era utilizado como aislante en las paredes; y transformadores con PCB. De la misma manera, se recuperaron las redes cloacales, se han limpiado los ductos pluviales y está descontaminando una planta de tratamiento de efluentes cloacales; la cual estará operativa en poco tiempo. Además, se reutilizarán las líneas de agua para incendios.
En cuanto a los edificios, se pudieron recuperar todos, respetando su fachada pero modernizándolos con equipamiento y mobiliario. Actualmente ya se construyó un edificio en donde se instalará el simulador para todos los operadores del CAREM; tal como lo exige la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), una réplica exacta de la sala de control principal del reactor.
El Centro de Servicios es una de las más importantes instalaciones complementarias al edificio del reactor; tiene más de 1.100 metros cuadrados y se ubica en la entrada del predio. Está compuesto por una serie de oficinas, laboratorios y otras dependencias desde las que operará la Gerencia CAREM, y donde se desarrollarán diferentes actividades.
También se construirá un Centro de Divulgación e Información Tecnológica, que contará con sala de conferencias y proyecciones; ventanales panorámicos para observar el edificio del reactor; salas de reuniones; y oficinas administrativas. Asimismo, albergará el Archivo General del proyecto y el Depósito de Tecnologías de la Información. Luego se edificará un laboratorio dedicado a la Calibración de Detectores de Radiaciones Nucleares, donde se realizarán ensayos especiales para el CAREM, y que en el futuro podrían extenderse a otras centrales; un laboratorio de Control Ambiental; laboratorios auxiliares de Protección Radiológica, Análisis Químicos y Metrología y hasta se destinó un edificio para el funcionamiento de una estación meteorológica y sismológica; como fruto de un trabajo en conjunto con la Universidad de Cuyo. Actualmente se está terminando el edificio de Dirección de Obras Civiles en lo que antiguamente era un esqueleto para el tratamiento del agua pesada.
Perspectivas comerciales
Fue creado a principios de la década del ochenta con el nombre CAREM (Central Argentina de Reactores Modulares) y presentado oficialmente en 1984, en el marco de una conferencia sobre reactores pequeños y medianos, organizada por el OIEA en Lima, Perú. Luego fue relanzado en el 2006.
En el 2011 la presidenta de la Nación confirmó la decisión política de que se construya en Formosa el primer reactor nuclear Carem tras ser construido y probado el prototipo en Lima. La idea es que estos reactores modulares, que generan 25 megavatios de potencia, puedan permitir abastecer de energía a pequeñas poblaciones del interior de cien mil habitantes promedio. Además la idea es vender este tipo de reactores a otros países, cuyo diseño y desarrollo nacional es hasta el momento único en el mundo. A la par, de su capacidad de abastecer de energía a ciudades “aisladas”; ofrecen también otras prestaciones como desalinización o provisión de vapor para diversos usos industriales.
“A nivel mundial, CAREM tiene un futuro muy promisorio”
El Arquitecto Carlos Oclander, Jefe del Departamento de Obra Civil, detalló el fin de obra de la edificación del obrador para la construcción del edificio del Carem. Este obrador ya cuenta con su planta hormigonera y sus facilidades para el personal. También se encuentran realizadas las disposiciones para las personas de la CONEA.
Con el mismo espíritu con el que encararon la readaptación del predio, a través de tareas de saneamiento, se está trabajando en la adaptación de los edificios ya existentes en la planta de aguas duras.
Oclander, también indicó que a partir del mes entrante, se dará comienzo a la construcción de platea de fundación del edificio reactor, así como también la construcción del edifico administrativo. De manera estimativa, se cree que el plazo ronda los 36 meses, para el edificio principal del reactor.
El Ingeniero Ignacio Arenasa, Jefe del Departamento de Ingeniería Civil, amplió los detalles en cuanto a la construcción del CAREM-25: “En particular, lo que tiene el CAREM con respecto a otros reactores que hay en Argentina, es que un reactor que está integrado, y esa integración de muchos sistemas dentro del mismo recipiente de presión, hace que la arquitectura del proyecto tenga que ser planteada de una forma distinta”.
Como todos los reactores, tiene un edificio que se llama contención, es una estructura que aloja al reactor y tiene que soportar presión y temperatura en caso de liberación de material radiactivo, lo cual significaría una poco probable situación, pero que cuenta con la seguridad de tener ese espacio confinado en caso de que suceda. “Esta estructura es un cilindro de hormigón y presenta algunos desafíos en lo que respecta a la arquitectura”, sostiene Arenasa.
También especificaron que para poder cumplir con todos los estándares nacionales e internacionales, deben contar con proveedores calificados, al tratarse de una estructura única en el país. “En general para lo que el diseño, hay muchos proveedores calificados y que estamos conduciendo para que respondan a los estándares que manejamos, es un desarrollo en paralelo. Hay otras cuestiones más específicas que requieren experiencia previa, por lo cual no tiene sentido una línea de desarrollo, ya que implicaría tiempos muy prolongados, para provisiones que necesitamos más acotadas en tiempo”.
En lo que respecta al aspecto constructivo, Arenasa explica que la obra no tiene exigencias en cuanto a capacidades muy demandantes, ya que fue diseñada para que los materiales se consigan en el país, con tecnologías disponibles en el mercado local.
Desde el punto de vista comercial, el ingeniero sostiene que “a nivel mundial el futuro es muy promisorio para reactores de pequeña potencia. Hay muchos países que intentan entrar en el campo nuclear, que no tienen ningún tipo de reactor, y estos reactores, además de no demandar mucho capital, desde el punto de vista operativo son más sencillos, en lo que respecta a la operación y mantención. Es por eso que se cree que existen muchos países que podrían estar interesados en obtenerlos”.
Fuente: LAVOZ