Paleontólogos dieron a conocer a la primera especie de lagarto terrestre del Mesozoico que se conoce de Argentina.
Representación artística del Paleochelco occultato. |
Su cráneo fue hallado en la ciudad de Neuquén y se estima que en vida alcanzó unos 25 centímetros de longitud.
Hace 84 millones de años, en la Patagonia, vivía una gran diversidad de dinosaurios, cocodrilos y otros reptiles (tortugas, tuataras, serpientes). En el registro fósil, se conocía una gran variedad de estos animales, pero, curiosamente, hasta ahora, no se había hallado ninguna de las especies de pequeños lagartos que debían estar presentes es ese ecosistema.
El doctor Agustín Martinelli, investigador del CONICET en el Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN), destacó: “Paleochelco occultato es el primer lagarto terrestre en ser nominado científicamente del Mesozoico de Argentina, es decir, del tiempo en que vivieron los dinosaurios terrestres”.
“Este espécimen proviene de rocas del Cretácico Superior de la Formación Bajo de la Carpa, expuestas en el Campus de la Universidad Nacional del Comahue, al norte de la Ciudad de Neuquén, en un yacimiento que se conoce hace más de 100 años y en donde se ha encontrado una gran variedad de dinosaurios, cocodrilos y serpientes”, agregó Martinelli a la Agencia CTyS-UNLaM.
El doctor Federico Agnolin, investigador del MACN y de la Fundación Azara, observó que “hace unos 84 millones de años, la Patagonia era muy distinta a lo que conocemos hoy en día. La enorme estepa, el enorme desierto que conocemos actualmente, en ese momento, era una superficie cubierta de bosques, de lagunas y, ahí, abundaba una gran diversidad de animales”.
“Entre los animales, había cocodrilos terrestres herbívoros, muy distintos a los actuales, había serpientes antiguas y una variada fauna de dinosaurios que eran los que dominaban el ambiente”, detalló Agnolin. Y añadió: “Entre todos estos animales, descubrimos ahora el cráneo pequeño diminuto de un par de centímetros de este nuevo lagarto al que llamamos Paleochelco occultato”.
Por su parte, el doctor Martín Ezcurra, investigador del CONICET en el Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN), comentó que “los lagartos aparecen en el registro fósil antes que los dinosaurios, pero es mucho más difícil encontrar sus restos fósiles en rocas mesozoicas. Hoy en día, los lagartos, serpientes y parientes son uno de los grupos con mayor biodiversidad. Por eso, es tan importante entender su evolución durante el Mesozoico”.
El hallazgo del lagarto oculto
Paleochelco occultato recibió este nombre (“antiguo lagarto oculto”) por haberse mantenido inadvertido, oculto a los ojos de los investigadores, durante décadas, en uno de los cajones repletos de fósiles del Museo Argentino de Ciencias Naturales.
“Realmente, fue un descubrimiento inesperado a partir de trabajos de curatoría (de limpieza de fósiles) en la colección del Museo”, contó Martinelli, quien se desempeña en la Sección Paleontología de Vertebrados.
El especialista y autor principal de este estudio publicado en la propia revista del MACN destacó: “Tuve la suerte de ver este pequeño fósil de poco más de un centímetro que había pasado más de 30 años en un cajón repleto de huesos fragmentarios. A partir de allí, pudimos iniciar el estudio de este ejemplar”.
En tanto, Agnolin valoró: “Lo que tiene de importante esta nueva especie es múltiple: en primer lugar, hay que pensar que el registro fósil de lagartos y lagartijas es muy escaso en el mundo en contraposición de la gran diversidad que tenemos de lagartos vivientes, con más de siete mil especies”.
Esto se debe a que los huesos de los lagartos, por ser pequeños y frágiles, es muy difícil que se preserven en el registro fósil. Por lo tanto, según explica Agnolin, “cualquier resto que exista de este linaje es importante para entender la evolución de todas las lagartijas”.
“Además, este primer hallazgo no solo nos muestra que las lagartijas estaban presentes con los dinosaurios en Argentina, sino que también que eran diversas -indicó Agnolin-. Por otra parte, es uno de los lagartos más antiguos que se conocen de América del Sur”.
El investigador del MACN y de la Fundación Azara aseveró que “Paleochelco se asemeja muchísimo a especies de lagartos que convivieron con los dinosaurios que se conocían de Asia, de América del Norte, de Europa, lo cual nos habla de posibles antiguas conexiones faunísticas con aquellos continentes, por lo que este hallazgo tiene implicancias del punto de vista evolutivo, para entender el origen y la temprana radiación de los lagartos modernos”.
A partir de este descubrimiento, Ezcurra observó: “Espero que la descripción de Paleochelco incentive la búsqueda y estudio de más restos de lagartos terrestres en Argentina y en otras regiones que formaban el supercontinente de Gondwana durante el Mesozoico. La historia evolutiva de los lagartos tiene que haber sido muy rica y nos ayudaría a entender la evolución del grupo después de la extinción de los dinosaurios no avianos hace 66 millones de años”.
Este estudio, publicado con el título “Unexpected new lizard from the Late Cretaceous of southern South America sheds light on Gondwanan squamate diversity”, puede ser consultado en el siguiente link, de acceso gratuito: http://revista.macn.gob.ar/ojs/index.php/RevMus/issue/view/55
Fuente: Agencia CTyS