Se trata de un generador de energía limpia no intermitente, de alta generación, desarrollado por la empresa Hydro Patagonia con materiales fabricados en Argentina.
Hidrogenerador de Hydro Patagonia. |
"El operativo fue exitoso. Puede dar 240 kVA. Estamos muy felices", sostienen Carlos Faour Lucchese, Julio Comparada, Eduardo Martino y Federico Gietz quienes, junto al inventor Enrique Sebök, desarrollaron la iniciativa enfocada en energías renovables: el primer generador de energía limpia no intermitente de alta generación, en diálogo con el portal Infobae.
"Estoy muy feliz. Hacía tiempo que venía esperando este momento. El hidrogenerador estuvo en el agua cerca de seis horas y las mediciones que realizamos superaron la producción de energía que esperábamos", contó Faour Lucchese a Infobae.
El SBK1, probado a orillas del río Paraná, mide doce metros por doce metros, genera 240 kVA y no causa efectos ambientales negativos. "No produce impacto ni en la flora ni en la fauna marina. Incluso, hasta podría incorporar oxígeno al agua. Sería una especie de probiótico", explica Sebök.
El arquitecto explicó que "dentro de las energías renovables existe la fotovoltaica y la eólica. La primera, por ejemplo, genera electricidad entre el 10 y el 15% del tiempo. En el caso del hidrogenerador, como los ríos corren permanentemente, se supone que el porcentaje de generación de electricidad es cercano al 100%".
Faour Lucchese destaca, también, que los materiales los fabricaron y desarrollaron en el país. Mientras que sobre su funcionamiento sostiene que es parecido a un molino eólico: "En este caso, en vez del viento, aprovechamos la corriente del agua del río, que hace girar unos rodillos, y así generamos energía".
"El aparato es como un auto: tiene un motor, un sistema de refrigeración, un sistema de control remoto, entre otras cosas. Hasta el momento nunca lo habíamos probado en el agua. Por eso la prueba del lunes 21 fue tan importante", agrega Sebök sobre la prueba de seis horas en el delta del río Paraná.
"Este aparato, si tiene éxito, podría dar trabajo a miles de argentinos. No hace falta que lo maneje ningún Gobierno. Sí, lógicamente, tiene que conceder el recurso natural, pero también puede contratarlo una fábrica, una minera o un pueblo. Hay pueblos en el norte del país, en las zonas cercanas a la cordillera de los Andes o a la cuenca del río Pilcomayo que podrían beneficiarse con esto", finaliza Sebök.
Fuente: Periferia Ciencia