El INTA Pergamino desarrolló una línea de girasol con alto contenido de aceite y resistente a enfermedades como la verticilosis y otras infecciones. Estas características podrán incorporarse en la obtención de nuevos híbridos.
El INTA Pergamino desarrolló una línea de girasol, GP 07/14, que posee un alto contenido de aceite y resiste a enfermedades que afectan frecuentemente al cultivo y causan pérdidas económicas, como la verticilosis causada por Verticillium dahliae y otras infecciones originadas por Sclerotinia sclerotiorum. Este logro permitirá la creación de nuevos híbridos que mejorarán la rentabilidad y adaptados a la zona núcleo del girasol y al sudeste bonaerense.
“La obtención de este germoplasma con resistencia a V. dahliae y S. sclerotiorum es fundamental para controlar dos enfermedades de importancia que afectan al cultivo”, aseguró Julio González, especialista del INTA Pergamino –Buenos Aires–.
“La obtención de este germoplasma con resistencia a V. dahliae y S. sclerotiorum es fundamental para controlar dos enfermedades de importancia que afectan al cultivo”, aseguró Julio González, especialista del INTA Pergamino –Buenos Aires–.
De acuerdo con González, GP 07/14 es una línea de girasol cuyo valor “está dado por el aporte que genera en el producto final, es decir, en el híbrido resultante de la combinación de dos o tres líneas, según se trate de un híbrido simple o uno de tres líneas”. En ese sentido, indicó que “los requerimientos climáticos y de rendimiento se evalúan para cada híbrido, lo que permite caracterizar su adaptación a las diferentes regiones”.
Asimismo, el especialista señaló el buen contenido de aceite de la línea desarrollada y remarcó sus ventajas productivas. “Esta característica se transmitirá al híbrido y el productor mejorará el retorno económico, debido a la bonificación que obtendrá por superar la base de la comercialización del aceite”, explicó González.
Girasoles de calidad
La creación de esta nueva línea confirma el potencial del mejoramiento genético para expandir la producción. “Su resistencia a enfermedades de importancia permitiría obtener buenos resultados en la zona central y en el sudeste bonaerense, especialmente por su buen comportamiento frente S. sclerotiorum”, analizó González.
Según explicó el técnico, las infecciones provocadas por S. sclerotiorum “limitan la producción y pueden disminuir el rendimiento hasta la pérdida total del cultivo, pero también tienen un impacto negativo en la comercialización, debido a la penalización que provoca la venta de un producto de menor calidad, contaminado con esclerotos –fructificaciones del hongo–“.
“Este hongo puede parasitar casi todos los órganos de la planta de girasol, aunque las infecciones más graves se concentran en el capítulo, el cual es destruido por el patógeno”, agregó.
Por su parte, la verticilosis –causada por el hongo V. dahliae– provoca que las hojas inferiores y luego las superiores se marchiten y reduzcan su capacidad fotosintética. “En ataques severos, el daño evoluciona a una necrosis foliar que trae aparejada pérdidas productivas de envergadura”, sostuvo González.
De la investigación, participaron los especialistas Julio González, Nora Mancuso y Pedro Ludueña, junto con el equipo de trabajo del INTA Pergamino. El proyecto estuvo en el marco del convenio de vinculación tecnológica “Desarrollo y difusión de materiales mejorados de girasol”.
Fuente: INTA