Científicos argentinos crearon un líquido que hace que la fruta dure más: pronto lo exportarán a EE.UU.
Ya trabajan con productores del Alto Valle de Río Negro. Su solución extiende la vida útil de frutas y verduras, es comestible y no deja residuos. Buscan venderlo en todo el mundo.
Joaquín Fisch es ingeniero industrial. Había pasado toda su carrera haciendo trabajo analítico, primero en la industria siderúrgica y luego en la de seguros. Pero durante la pandemia se despertó una inquietud por cambiar y buscar un trabajo que tuviera impacto positivo. Así, decidió inscribirse en un programa de la aceleradora GridX que conectaba perfiles como el de él con científicos, para formar nuevas empresas de base científico tecnológica.
En esa especie de cita a ciegas hubo un match. Fisch conoció a Julia Fariña y Leandro Sánchez, dos investigadores del Conicet con los que, se dieron cuenta, podía surgir una sinergia interesante. A Fisch le interesaba trabajar en el tema de desperdicio de alimentos y Fariña y Sánchez trabajaban en campos que podían colaborar con una solución. Así, en junio de 2021 se asociaron y Fisch renunció a su trabajo para dedicarse 100 por ciento al nuevo proyecto.
Así nació Nat4Bio, la startup que desarrolló una solución de recubrimientos comestibles y sin residuos para proteger frutas y verduras del deterioro y la putrefacción.
Eso les permitió, luego, levantar US$ 725.000 de capital, provenientes de IndieBio y GridX. Con ese dinero asegurado, pusieron un pie en el acelerador y consiguieron establecer acuerdos con empresas líderes de la industria citrícola argentina para quienes desarrollaron un producto que podía ser probado en campo.
Pero, ¿qué hacen, específicamente? En Nat4Bio aprovechan el poder de la fermentación microbiana para reducir el desperdicio de alimentos. A diferencia de otras empresas que dependen de extractos de plantas o insectos, son los primeros en utilizar microorganismos seleccionados y no modificados genéticamente para desarrollar formulaciones de origen natural y de etiquetado limpio que se aplican en la superficie de la fruta fresca.
Estos recubrimientos son transparentes, inodoros e insípidos, y sus funciones principales son regular el intercambio de gases entre la fruta y el medio ambiente y protegerlos contra patógenos (reemplazando potencialmente a los químicos nocivos utilizados en la etapa posterior a la cosecha).
La primera gama de productos de la agtech son estos líquidos que se aplican en la etapa de empaquetado de la fruta y la verdura que permite extender su vida útil y protegerla de patógenos.
"El líquido se compone de un biopolímero excipiente de grado alimenticio, y forma un film muy fino que es comestible, biodegradable y es totalmente inocuo para el consumidor. Y a esa película le agregamos una función poniéndole moléculas específicas que funciona contra una gran variedad de patógenos. Esta molécula actúa como un biofungicida de origen natural. Sin efectos dañinos en el ser humano ni afecta el planeta. De ahí surge la necesidad y la industria lo demanda", explica Fisch.
Hoy el producto sirve en procesos de certificación orgánica para la norma estadounidense (y están en proceso de certificar para la norma europea). Es decir, que aquellos productores orgánicos podrían usar sus productos como parte del proceso. "Para Europa estamos en el mercado de cero residuos químicos. Con esto los productores pueden ganar entre un 10 y 15 por ciento extra", aclara el emprendedor.
Todavía no concretaron ventas, pero sí cerraron varios acuerdos en Argentina y también con un productor de cítricos estadounidense, su primer paso hacia los mercados internacionales. "El problema es mundial. Y nuestro producto es muy competitivo. La idea es dar servicio a la industria en todo el mundo. Estamos empezando con productores de cítricos y peras del Alto Valle de Rio Negro, que exportan mucho. La idea luego es ir al mercado de arándanos y paltas de Chile o Perú. Y también estamos viendo España", agrega Fisch.
Para el proyecto, en el que trabajan 7 personas, el objetivo de 2023 está en obtener las primeras patentes en Estados Unidos y el primer producto registrado y aprobado para comercializar de cara a la campaña 2024.
Fuente: El Cronista