Ingenieros del Instituto Balseiro fueron premiados en una importante conferencia internacional por su presentación sobre Flujo Crítico de Calor en componentes de centrales nucleares a través de Freón.
Un trabajo realizado por docentes del Instituto Balseiro recibió el “Premio al Mejor Artículo” en una conferencia internacional de termohidráulica nuclear. El ingeniero Ezequiel García, integrante del equipo, cuenta detalles sobre el proyecto presentado en la temática de seguridades de reactores nucleares.
En la 19ª edición de la Reunión Internacional Temática de Termo Hidráulica de Reactores Nucleares (NURETH, por sus siglas en inglés), un trabajo de ingenieros y docentes del Instituto Balseiro fue reconocido por sus aportes. El equipo está integrado por Ezequiel García, Christian Marcel y Darío Delmastro.
La termohidráulica es una rama de las ciencias que se encarga de estudiar los procesos de transferencia y transporte del calor en distintos estados, como el vapor y el líquido. Entre sus distintas aplicaciones, se recurre a la termohidráulica para establecer parámetros de seguridad y controlar procesos en ciertas instalaciones, como los reactores nucleares.
El trabajo argentino recibió el “Premio al Mejor Artículo” (Best Paper Award) y su título es:“Modelado fluido-a-fluido del fenómeno de Flujo Crítico de Calor (CHF) en manojos de tubos en condiciones de bajo flujo másico”. En total se otorgaron diez distinciones de ese tipo, entre los más de 600 que fueron presentados en la conferencia realizada entre el 6 y el 11 de marzo.
“El reconocimiento fue inesperado, es la primera vez que presento un paper en una conferencia o revista importante. Pero se siente bien ser reconocido en un ámbito tan importante”, afirmó Ezequiel García. Él es uno de los integrantes del equipo, y es Ingeniero mecánico y Magíster en Ingeniería del Instituto Balseiro, una institución pública dependiente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO).
El proyecto en detalle
En el interior de los reactores nucleares se encuentra el núcleo con los elementos combustibles, los cuales están formados por tubos metálicos llamados “vainas” que a su vez portan pastillas con uranio. Allí se produce la fisión nuclear, esto es, la división de los átomos, liberando calor, el cual luego se utiliza para generar electricidad en grandes centrales nucleares de potencia.
Mientras más fisiones se producen en las pastillas, mayor es el calor generado. Por esto se suele utilizar agua para refrigerar el material nuclear. Sin embargo, hay un límite para la adecuada refrigeración del núcleo del reactor, explicó García.
El ingeniero contó que en el núcleo de un reactor se puede producir calor hasta llegar a un ritmo tan alto de vaporización que el propio vapor dificulta la correcta refrigeración, deteriorando el mecanismo de transferencia térmica. “A este punto se lo conoce como flujo crítico de calor o CHF (N. del R.: por sus siglas en inglés), lo que lleva al reactor a un posible daño de sus componentes. Para no llegar a este punto, se hacen ensayos para conocer cuáles son las condiciones para la ocurrencia del CHF, es decir, hasta qué punto se puede producir calor de forma segura sin riesgo de dañar los componentes del reactor”, explicó García.
Así, para conocer el punto del flujo crítico de calor se pueden realizar ensayos tanto en agua como en otros fluidos. La investigación de García, Marcel y Delmastro, llevada a cabo en el Laboratorio de Termohidráulica del Centro Atómico Bariloche (CAB), se centró en ensayos realizados en Freón, el cual se utiliza como refrigerante en las heladeras de todas las casas. En este marco, García se encargó de buscar “la mejor forma de escalear a agua estos resultados obtenidos en Freón”.
“Durante la investigación, se utilizaron datos de mediciones hechas en manojos de vainas disponibles en el laboratorio. Con estos datos, se hicieron análisis de los experimentos hechos en agua y en Freón y se buscó una forma funcional que pudiese escalear los datos de un fluido a otro. En este ámbito, se llevaron los datos al espacio adimensional para poder compararlos en los mismos términos, y después se buscó la mejor forma de escaleo, la que minimizara el error”, comentó García.
Si bien se mostró conforme por el reconocimiento al trabajo de su grupo en la NURETH-19, García sostuvo que todavía quedan cosas por hacer en el campo de estudio mencionado. Con 32 años, el joven está en la actualidad en proceso de comenzar un proyecto de Doctorado dirigido por Christian Marcel y relacionado con la temática. “Hay mucho material para analizar todavía. Se han analizado datos a una sola presión de trabajo. Se debe hacer estudios para otras presiones de trabajo”, afirmó.
Estudiar en el Balseiro
Con respecto a la formación que le proporcionó el Instituto Balseiro, García contó que durante la cursada de Ingeniería Mecánica disfrutó las clases en los laboratorios avanzados, “en los que no había experimentos ‘armados o de muestra’, sino que el desafío estaba en poder armar un circuito experimental con ‘lo que había’. Eso es desafiante, y no se ve en otras universidades”, dijo.
Además, opinó que el Balseiro brinda una sólida formación en termohidráulica, lo que permite tener bases y conceptos fuertes en este ámbito para poder plantear distintas hipótesis. Y que otorga un conocimiento en programación y análisis de datos que es de gran utilidad para estudiar una gran cantidad de resultados.
A su vez, contó que como docente, trata de inculcar algo parecido a sus alumnos “Busco generarles incertidumbres, hacerlos pensar, que vean que un problema no tiene una única solución sino que hay que buscar qué se gana y qué se pierde en cada caso”, dijo García, que es docente en la materia de Electrónica de las carreras de Ingeniería Mecánica e Ingeniería Nuclear.
Por último, García comentó: “Lo que me gusta de la ingeniería es que genera desafíos nuevos todo el tiempo, que siempre se puede mejorar y buscar una solución más eficiente a problemas en los que hay que innovar”.
Fuente: IB