Científicas del CONICET descubrieron esta pieza de los orígenes de la metalurgia precolombina de más de 3 mil años de antigüedad.
El origen de la metalurgia precolombina siempre estuvo asociado a restos de metales trabajados por el hombre que se hallaron en los Andes del Perú. Con el hallazgo de una máscara de cobre, en el Valle del Cajón, en la provincia de Catamarca, se demuestra la importancia del noroeste argentino en la tradición metalúrgica. Se trata de la pieza de metal, la más antigua de la región -de hace 3000 años- y pone la atención en esta área del noroeste argentino. La máscara apareció en un osario compuesto por al menos 14 individuos entre adultos y niños. El descubrimiento fue publicado en la revista Antiquity.
“Dado que las sociedades complejas surgieron en lo que hoy es la región andina central, hay una tendencia a asumir que todas las innovaciones tecnológicas también lo hicieron ahí, pero la evidencia de esta máscara de Bordo Marcial -entre muchos otros hallazgos del norte de Chile y Bolivia- está cambiando esta imagen”, asegura Cristina Scattolin, investigadora independiente del CONICET, en el Instituto de las Culturas (IDECU, CONICET-UBA).
La pieza es de cobre –probablemente nativo- sin ninguna aleación -mezcla de metales- las que sí ocurrieron más adelante en el noroeste argentino y de la que hay varios hallazgos. Esta máscara de cobre es el primer objeto terminado con este metal en Sudamérica. “Demuestra que la región fue importante. La pieza es la más antigua encontrada en los Andes y sugiere que hay más de una región involucrada en el origen de esta tecnología”, confía Leticia Cortés investigadora asistente del CONICET en el IDECU autora del trabajo junto a Scattolin. Ambas formaban parte del Museo Etnográfico de la Universidad de Buenos Aires, al momento de la publicación.
La máscara muestra signos de una metalurgia rudimentaria ya que la pieza de cobre se obtuvo mediante un proceso de calentamiento del metal y martillado, que no incluye la fundición del material. “Es un precursor de la metalurgia e implica una innovación tecnológica: el descubrimiento de que el proceso de golpear el material y calentarlo permite obtener esta lámina con la que hicieron la máscara”, asegura Cortés.
En las inmediaciones del hallazgo, en una fosa junto a 14 individuos, también encontraron los restos de un niño que tiene un pendiente de cobre, con un fechado similar. “Hasta ahora no hay otras evidencias de este periodo en esta quebrada. Sí hay entierros en la zona más tempranos, pero sin evidencias de otras manufacturas que pudieran realizar”, aclara la investigadora.
La comunidad de la Quebrada fue fundamental ya que dieron aviso de inmediato al encontrar los restos, que incluían huesos. Cecilia Marcial y Genaro Chaile fueron quienes hallaron y dieron aviso a Museo local, con lo cual pudieron datar la pieza de acuerdo a la antigüedad de esos remanentes óseos. Los análisis sobre la máscara fueron realizados en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).
Fuente: CONICET