sábado, 28 de octubre de 2017

HAT-P-4: La estrella que devora planetas

Mediante el telescopio del Observatorio Gemini Norte, identificaron un cuerpo celeste de inusuales características.


Un equipo de especialistas constituído por investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), junto a un colaborador del Laboratorio Nacional de Astrofísica de Brasil (LNA), detectó una estrella cuyos rasgos químicos advierten que pudo haber tragado o consumido un planeta de tamaño similar a la Tierra.

El descubrimiento se realizó por medio del Observatorio Gemini, que es operado por un consorcio internacional del cual Argentina es miembro. Se trata de dos telescopios gemelos de 8,1 metros de diámetro: uno emplazado en el hemisferio norte (Mauna Kea, Hawái) y el otro en el hemisferio sur (Cerro Pachón, Chile). Por iniciativa de la Subsecretaría de Coordinación Institucional del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MinCyT), nuestro país cuenta con una oficina donde organismos locales son representados como usuarios del servicio y pueden solicitar tiempo de observación en cualquiera de los instrumentos habilitados.

Respecto al estudio, uno de los investigadores que participó por parte del Instituto de Ciencias Astronómicas de la Tierra y del Espacio (ICATE), el doctor Carlos Saffe, señaló: “Encontramos en la estrella, identificada como HAT-P-4, tres rasgos químicos muy particulares, los cuales indicarían que ha tragado o consumido un planeta”.

Para descartar otros fenómenos, primero se realizaron numerosas pruebas. Sin embargo, el astro presenta “un incremento notable en el contenido metálico general de su atmósfera, junto con una alta abundancia de litio y un aumento en el contenido de elementos refractarios, lo cual indicaría que consumió uno o más planetas de tipo terrestre, como la Tierra o Marte, y no de tipo gaseoso, como Júpiter o Saturno”, refirió Saffe.

Los expertos destacan la novedad del hallazgo, ya que en otras experiencias se han encontrado solamente uno o dos de los rasgos químicos mencionados, mientras que en HAT-P-4 se rastrearon los tres en forma simultánea y en proporciones que permiten inferir que habría absorbido, aproximadamente, el equivalente a 10 masas terrestres de material refractario.

A pesar de lo excepcional que pudiera parecer el fenómeno, Saffe afirma que es probable que este tipo de sucesos ocurra con una frecuencia relativamente alta. No obstante, el desafío consiste en su detección dado que requiere la utilización de espectros de alta resolución, como los que se obtienen con el telescopio Gemini. En ese sentido, manifestó que el grupo de investigación logró desarrollar e implementar una técnica diferencial para alcanzar la máxima precisión posible en los análisis químicos necesarios para caracterizar la estrella.

Para responder cómo HAT-P-4 ‘engulló’ a uno o más planetas, los investigadores suponen que ésta sufrió un incremento transitorio –por algunas horas o días– de su brillo superficial, para luego regresar a su luminosidad original. Este aumento, aclara Saffe, sería muchas veces menor al correspondiente a un evento de supernova, en el cual el brillo de la estrella puede acrecentarse incluso varios miles de veces.

El inusual cuerpo celeste pertenece a un sistema binario, es decir: dos estrellas que giran una alrededor de la otra, con una separación de varios millones de kilómetros. “Uno de los rasgos más importantes de este sistema –resalta Saffe– es que los dos astros son físicamente muy parecidos entre sí. En la mayoría de los sistemas binarios las estrellas suelen ser diferentes, por ejemplo una caliente y la otra más fría; pero este conjunto al ser muy similar permite aplicar la técnica diferencial, un requisito muy importante para lograr la precisión buscada”.

El equipo que integra Saffe indaga la posible marca química que resulta a partir de la formación de planetas, un proceso astrofísico que despierta gran interés entre los investigadores. De allí la relevancia de la posible acreción (o tragado) de material planetario encontrado en la HAT-P-4.

Fuente: MINCYT