El primer prototipo de la silla de esquí adaptado se probó en el cerro Catedral. El diseño y la fabricación surgió a partir de un convenio firmado entre la Asociación Argentina de Instructores de Ski y Snowboard (AADIDES), la Fundación INVAP, el Fab Lab y Catedral Alta Patagonia.
Prueba de la silla en el cerro Catedral, Bariloche. |
El responsable de seguridad de Catedral Alta Patagonia, Santiago Lennon, aportó las especificaciones técnicas que debía poseer la silla para poder adaptarse a todos los medios de elevación.
Más allá de los requerimientos técnicos, el diseño incluyó la experiencia y aprendizaje capitalizados a lo largo de años por parte de instructores, gestores, operadores y técnicos de montaña que intervienen directa o indirectamente en el uso de este tipo de productos. La escuela técnica Los Andes se sumó también a este proceso.
Verónica Garea, directora ejecutiva de la Fundación INVAP, remacó que “más allá del logro técnico, este proyecto es un hito para Bariloche porque nos muestra como un conjunto de organizaciones, en apariencia sin ningún punto en común, pueden ponerse un objetivo y trabajar de manera articulada, y lograr resultados increíbles”.
Una vez finalizadas las pruebas, luego de su revisión y análisis, se consolidará el diseño final para iniciar la fabricación que podrá hacerse directamente en Bariloche, al igual que el mantenimiento. Uno de los objetivos del proyecto es que el costo final de fabricación en series pequeñas (no más de 10 unidades) estuviera por debajo del costo que sillas similares puedan tener en Europa o Estados Unidos. Esta meta también se logró.
“Como barilochense, esquiador e instructor de esquí adaptado que este proyecto se de en Bariloche y en Catedral, es un sueño. Hay que vivir la experiencia de estar al lado de una persona con una discapacidad y ver su cara, sus expresiones cuando esquían. Es increíble”, recalcó Santiago Pinedo, instructor de AADIDES.
Fuente: DeBariloche