Investigadores del IIB-INTECH y el Conicet registraron una nueva variedad híbrida de la leguminosa Lotus en el Instituto Nacional de Semillas. Es una forrajera que permitirá alimentar mejor al ganado y proteger el suelo en territorio bonaerense.
Agencia TSS -Cuando Oscar Ruiz fue a acampar con su familia en Valencia, no imaginó que allí encontraría una planta que lo acompañaría a lo largo de su trayectoria profesional, incluso de regreso a la Argentina.
Por entonces, el investigador estaba dando clases en España, “después de que nos mandaran a lavar los platos”, recuerda. Y aunque el paseo era familiar, no podía dejar de prestarles atención a unas pequeñas flores amarillas, similares a las que un productor ganadero le había sugerido que estudiara, “porque eran las que les gustaban a las vacas”, recuerda. Y agrega: “Yo venía de otra disciplina y el conocimiento me lo dieron los productores, llamándome la atención”, señala este bioquímico de formación que hoy se especializa en biotecnología destinada al agro.
En efecto, se trataba de la especie Lotus corniculatus, similar a la que en la Argentina se conoce como la alfalfa de los pobres, el Lotus tenuis, una leguminosa naturalizada en la Pampa Deprimida del Salado, adonde logra crecer a pesar de la salinidad y la alcalinidad que presentan estos suelos, que ocupan un territorio de nueve millones de hectáreas en la región pampeana y constituyen la zona de mayor producción ganadera del país. “Es un caso de invasión biológica positiva, porque se cree que la trajeron involuntariamente y en poco más de 50 años ocupó todos los nichos en los que antes no crecía ninguna leguminosa”, indica Ruiz.
El Lotus ofrece forraje de calidad al término del verano, cuando las demás forrajeras han perdido su capacidad nutricional.
El problema es que, al igual que ocurre con otras leguminosas ricas en proteínas, esta planta que resulta atractiva para el ganado genera una gran cantidad de gases durante la digestión y puede provocar una enfermedad conocida como timpanismo o empaste, que puede causar obstrucciones en el esófago y asfixia, y que puede poner en riesgo la vida del animal.
Esta situación podría revertirse si la planta tuviese en mayor cantidad una sustancia denominada tanino. Con este objetivo, investigadores del Instituto Tecnológico de Chascomús (IIB-INTECH), que depende de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y del Conicet, a cargo de Ruiz, descubrieron que la variedad española la tenía y decidieron acortar las distancias entre ambas especies, en busca de un nuevo Lotus con propiedades mejoradas. “Primero tratamos de hacerlo por selección recurrente con la misma población –del Lotus naturalizado en Argentina-, cruzando aquellos individuos con mayor cantidad de taninos condensados. Pero nunca lo logramos, hasta que se nos ocurrió cruzar a la variedad argentina con la española”, recuerda Ruiz.
Así nació este híbrido de Lotus mejorado que, según afirma el investigador, “tiene toda la potencialidad de la madre que se naturalizó en la Argentina, con el poder del padre que no crece tanto como el nacional pero sí lo hace en condiciones extremas y le da taninos a las hojas. Estos taninos ayudan a que los animales aprovechen mejor las proteínas de la planta y además existen estudios que indican que también ayudarían a evitar infecciones por parásitos”.
Tras haber sido registrado en el Instituto Nacional de Semillas (INASE) con el nombre de Albufera, este desarrollo ya está listo para ingresar a una etapa de producción previa a la comercialización. De hecho, al proyecto se ha sumado la empresa forrajera Biscayart, que podrá comercializar el producto cuando esté listo para salir al mercado. “A través del Conicet firmamos un convenio de vinculación tecnológica con la empresa; además, nos aprobaron un PICT Start up, que nos permite acceder a los fondos para llevar este desarrollo a una escala pre-comercial para multiplicarlo, y posteriormente la empresa lo producirá a escala comercial para venderlo”, sintetiza Ruiz. El proceso tardará al menos tres años, que es el tiempo biológico que las plantas necesitan para reproducirse en cantidad suficiente.
“El objetivo tecnológico es ocupar el 30 por ciento de una zona de la Pampa Deprimida del Salado, adonde hoy no hay aporte forrajero, con una especie que no solamente va a dar pasto, sino que también va a mejorar el suelo. Además, el Lotus ofrece forraje de calidad al término del verano, cuando las demás forrajeras han perdido su capacidad nutricional. Y a la vaca le gusta mucho y se alimenta mejor… son todas ventajas”, concluye Ruiz.
Fuente: UNSAM