domingo, 24 de febrero de 2019

Descubren un nuevo exoplaneta cercano a la tierra

Denominado Gliese 411 b, se localiza aproximadamente a 8 años luz de distancia del Sol y tendría tres veces la masa de la Tierra.

Rodrigo Díaz, astrónomo del IAFE.

El planeta fue detectado por un equipo internacional de investigadores que, a partir de la técnica de velocidades radiales, logró identificar los sutiles movimientos que el cuerpo celeste induce en su estrella, a la cual orbita cada trece días. El hallazgo es resultado de ocho años de observación y fue encabezado por el investigador del Instituto de Astronomía y Física del Espacio (UBA-CONICET), Rodrigo Díaz.

Se trata del tercer exoplaneta ─es decir, por fuera del Sistema Solar─ más cercano al Sol después de Proxima b y Barnard b, y los expertos esperan obtener de él gran cantidad de información en lo sucesivo, dado que su ubicación permitirá realizar mediciones detalladas con las tecnologías que actualmente están en desarrollo. Denominado Gliese 411 b, se calcula que posee una masa tres veces superior a la de la Tierra y que su temperatura de equilibrio se encuentra entre -18ºC y 70ºC, por lo cual se desestima que pueda albergar vida, ya que si tuviera una atmósfera la temperatura sería muy superior e impediría la existencia de agua líquida en la superficie.

El trabajo a cargo de Díaz, que contó con la participación de los argentinos Nicolás Unger y Melissa Hobson, junto con integrantes de las universidades de Grenoble Alpes (Francia), Concepción (Chile), Tennessee (Estados Unidos), Ginebra (Suiza), Pierre & Marie Curie (Francia), y Porto (Portugal), fue recientemente aprobado para su publicación en la revista especializada Astronomy & Astrophysics.

El descubrimiento se realizó mediante el espectógrafo SOPHIE montado en el telescopio de 1,93 metros del Observatorio de Haute-Provence (Francia), donde Díaz viajó en 2009 como parte de su postdoctorado para colaborar con el equipo e implementar mejoras en el dispositivo.

Sobre los datos recabados, señaló: "Gliese 411 b está cinco veces más cerca de su estrella que Mercurio del Sol, sin embargo es un astro clase M, bastante más pequeño y frío. La radiación que el exoplaneta recibe es sólo 3,5 veces superior a la que recepta la Tierra, por lo que si tuviese una atmósfera posiblemente sería más parecido a Venus. No obstante, este sistema destaca por su proximidad, ya que eso lo convierte en un objetivo muy prometedor para los telescopios que se están construyendo en este momento y que van a estar funcionando en la década que viene".

"Hoy en día, no se puede ver al planeta, sólo lo detectamos por el efecto que produce en su estrella. Con el espectógrafo podemos advertir los movimientos del astro inducidos por Gliese 411 b en torno a un centro de masa común que se revela gracias a las variaciones minúsculas en el espectro lumínico la estrella", explicó Díaz.

La técnica de detección empleada permite averiguar el periodo orbital del exoplaneta, su distancia, su masa y la forma de su órbita, que es más bien circular. "En los años que vienen esperamos poder estudiar a Gliese 411 b directamente y obtener información sobre su atmósfera a partir de la luz que refleja", agregó.

En la investigación de planetas externos a nuestro Sistema existen dos grandes áreas, delimita Díaz: "Por un lado, está el interés por entender los procesos físicos asociados con la formación y la evolución de los sistemas planetarios; y por el otro, los esfuerzos se centran en la minuciosa caracterización de determinados objetos, los cuales ayudarán a conocer procesos específicos, como aquellos vinculados con la existencia de vida orgánica".

Uno de los aspectos fundamentales de Gliese 411 b reside particularmente en ese segundo punto, de acuerdo con el astrónomo, por su idoneidad para futuros estudios dedicados a la búsqueda de vida a partir de marcadores en la atmósfera planetaria.