Fue instalado en el CAE con el fin de poder identificar anticipadamente posibles interferencias entre equipos electrónicos. Además de realizar ensayos para la CNEA y otros actores del sector nuclear, servirá para prestar servicios a terceros.
A través de la Gerencia de Desarrollo, Ensayos y Gestión de Vida de la Gerencia de Área Energía Nuclear, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) adquirió y puso en marcha un Laboratorio de Compatibilidad Electromagnética, dotado con una cámara GTEM para análisis de EMC y su equipamiento asociado. La instalación está ubicada en el Centro Atómico Ezeiza (CAE) y cuenta con tecnología electrónica de última generación, cumpliendo con la Norma Internacional IEC 61000-4-20 en ensayos de hasta 6 GHz.
“Este laboratorio tiene por finalidad certificar que los equipos electrónicos nuevos que se instalan en las centrales nucleares –y en general en cualquier instalación industrial y comercial– no afecten el funcionamiento de otros equipos por radiación electromagnética; ni que otros no lo interfieran a él al funcionar. Esto hace a la seguridad y es parte de la gestión de vida de la instalación”, explica el ingeniero Gustavo Vega, responsable e impulsor del proyecto de instalación del nuevo laboratorio.
Vega cuenta que la instalación de este laboratorio llevó tres años de gestión y se montó con la idea de “hacer una prognosis, una anticipación del envejecimiento de los componentes electrónicos que conforman parte de la instalación de un reactor, o cualquier equipamiento electrónico asociado a una instalación nuclear. El objetivo es poder anticiparse a un daño y/o reparar antes que un equipo provoque daños serios que podrían afectar la seguridad”.
Asimismo, el especialista explicó que la tecnología nuclear lleva instalada en nuestro país más de 50 años y toda la electrónica de la época es analógica. “No hay repuestos, o son muy costosos, cuesta hacer adaptaciones y no hay soporte técnico para esa tecnología, por ello se están empezando a reemplazar esos equipos por otros digitales. Algunos de ellos se diseñan y producen en el laboratorio de Instrumentación y Control del CAE. En este nuevo laboratorio podemos analizar si los equipos electrónicos, ya sean comprados o desarrollados en la CNEA, no interfieren en el funcionamiento de otros”, indica Vega.
Actualmente, en el país existen muy pocos laboratorios de este tipo: uno pertenece al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) en Buenos Aires, y otro a INVAP, en Bariloche. Es por ello que esta nueva instalación en el CAE no solo permitirá que los grupos de trabajo de la CNEA prueben y certifiquen sus equipos, sino que también servirá para prestar servicios tecnológicos y de certificación a empresas y otras instituciones del sistema científico-tecnológico argentino.
Dentro del sector, “creemos que nuestro principal cliente será Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA), pero muchas otras empresas no relacionadas con el ámbito nuclear que produzcan o importen equipos electrónicos pueden requerir estos ensayos, generando ingresos para la CNEA y ahorrándole costos. Hasta ahora usábamos los servicios del INTI, pero dada su saturación de trabajo, nos daba plazos muy largos para hacer los estudios y ya no era eficiente en costos ni en tiempos”, explica Vega.
Como parte de la instalación y puesta en marcha de este nuevo laboratorio, en total 10 especialistas de la CNEA fueron capacitados para aprender a operar el equipo. “Si bien dos personas lo operaran rutinariamente –asegura Vega–, queremos tener un grupo con alto conocimiento para que se pueda ir generando valor y permitirnos tener capacidad operativa. El personal capacitado pertenece a la Gerencia de Desarrollo, Ensayos y Gestión de Vida, a la Gerencia de Instrumentación y Control, y también especialistas que trabajan en el proyecto de desarrollo de la antena del satélite SAOCOM”.
Fuente: CNEA