A fines de año se entregaría PDVSA el Eva Perón, el buque de doble casco más grande hecho en la Argentina en los últimos 30 años.
Para fines de año, el Astillero Río Santiago (ARS) tiene prevista la finalización de los trabajos en el Eva Perón y su posterior entrega, luego de las pruebas pertinente y la botadura de su mellizo Juana Azurduy. Así lo adelantó el presidente del ARS, Héctor Scavuzzo, tras finalizar su gira por Venezuela.
De acuerdo a los lineamientos establecidos en un encuentro previo con el gobernador de la provincia de Buenos Aires Daniel Scioli y el ministro de la Producción Cristian Breitenstein, Scavuzzo se reunió con su par de PDVSA, Eulogio Del Pino, y establecieron los programas. También participó en los encuentros el presidente de PDVSA Naval, Héctor Pernía.
A su vez, Scavuzzo, fue recibido por el embajador de la Argentina en Venezuela, Carlos Cheppi, y coincidieron en el compromiso de continuar las políticas públicas preestablecidas.
"La única verdad es la realidad, y, hoy, la realidad es que, a pesar de las vicisitudes que todo país tiene en un mundo complejo y crítico, el Astillero Río Santiago continúa con más trabajo y previsibilidad por muchos años, cuidando las fuentes de trabajo y desarrollando la industria naval a largo plazo", señaló Scavuzzo
"La única verdad es la realidad, y, hoy, la realidad es que, a pesar de las vicisitudes que todo país tiene en un mundo complejo y crítico, el Astillero Río Santiago continúa con más trabajo y previsibilidad por muchos años, cuidando las fuentes de trabajo y desarrollando la industria naval a largo plazo", señaló Scavuzzo
Cumplir los objetivos
El directivo resaltó que "trabajar y estar cumpliendo los objetivos trazados al comienzo de la gestión con el gobernador Scioli y el ministro Breitenstein es una satisfacción, pero, a su vez, un compromiso para continuar ejecutando las políticas fijadas".
El Eva Perón y el Juana Azurduy se convirtieron en los buques de doble casco más grandes construidos en la Argentina en los últimos 30 años. Serán destinados para el transporte de derivados de petróleo, con capacidad de hasta 47.000 toneladas de porte bruto, que se sumarán a la flota de la petrolera venezolana.
La gestión para construir estos buques comenzó en julio de 2004, cuando el por entonces presidente Néstor Kirchner y su par de Venezuela, Hugo Chávez, firmaron un acta de compromiso que luego fue rubricada por la firma del contrato que encabezaron ambos mandatarios, el 11 de agosto de 2005. El contrato inicial incluyó la fabricación de dos buques por un monto de u$s 112 millones. El primer bloque se montó en la Grada Nº 1 del ARS, el 18 de enero de 2008, bajo la supervisión de Scioli.
La gestión para construir estos buques comenzó en julio de 2004, cuando el por entonces presidente Néstor Kirchner y su par de Venezuela, Hugo Chávez, firmaron un acta de compromiso que luego fue rubricada por la firma del contrato que encabezaron ambos mandatarios, el 11 de agosto de 2005. El contrato inicial incluyó la fabricación de dos buques por un monto de u$s 112 millones. El primer bloque se montó en la Grada Nº 1 del ARS, el 18 de enero de 2008, bajo la supervisión de Scioli.
Armador nacional
Los compromisos asumidos por el astillero abarcan la construcción de seis bulk carrier de 40.000 toneladas de porte bruto para la empresa nacional Abadía del Mar, a construirse en la grada N° 1 de este astillero a continuación de la botadura del Juana Azurduy. Serán los más grandes a ser construidos en el país en décadas. Tendrán una eslora de 182 metros, manga de 31 metros, cinco bodegas con una capacidad de 50.000 metros cúbicos, cuatro grúas de 30 toneladas y un motor principal de 12.000 caballos (hp). También construirá cuatro bulk carrier de 20.000 toneladas para White Sea, empresa relacionada al grupo Abbey Sea. Tendrán una eslora de 155 metros, manga de 24 metros, cuatro bodegas con capacidad de 27.000 metros cúbicos, tres grúas de 30 toneladas y 25 metros de radio, y un motor principal de 8200 caballos (hp).
Abadía del Mar contrató también en el ARS la construcción de una serie de seis remolcadores de maniobras de tipo azimutal, de 32,4 metros de eslora, 12,8 de manga, dos motores principales de 2770 hp con una potencia total de 5540 hp, dos hélices acimutales y un tiro a la bita de 70 toneladas.
"Esto no se construye por arte y magia. Encontramos las dos puntas que hacían falta: la gente que quería construir en ARS, porque confía en su mano de obra, y la decisión política de avanzar y darle previsibilidad, y fortalecer el desarrollo de la industria naval. Quiero por tanto expresar mi más profunda gratitud al presidente de Abbey Sea, Ricardo Gastón Cazou, que confió en el astillero para la construcción de sus unidades", dice Scavuzzo .
Para el presidente del ARS, "la empresa Abadía del Mar prueba que el capital no puede tener un verdadero éxito si no es acompañado de la fuerza del trabajo". Y agrega: "De esta forma, se hará realidad la recuperación del pabellón nacional sobre los buques que navegan los mares del mundo con tripulación argentina, impulsando la reactivación de la industria naval nacional y participando en el resurgimiento de la marina mercante".
Fuente: El Cronista