miércoles, 18 de marzo de 2015

Demuestran que los dientes fosilizados sirven para clasificar dinosaurios

Mediante ese análisis, investigadores de Argentina y de Alemania identificaron cuatro especies de saurópodos que convivieron en una región de Chubut hace 175 millones de años.


El estudio de los dientes fosilizados, que hasta ahora servía a los paleontólogos para clasificar antiguos mamíferos, también parece ser una herramienta eficaz para diferenciar y caracterizar distintas especies de dinosaurios.

Así lo revelaron científicos de Argentina y Alemania, quienes recurrieron a esa estrategia para distinguir cuatro especies de saurópodos que convivieron, durante el Jurásico, en una región de la actual provincia de Chubut.

Los científicos analizaron restos fósiles de cuatro saurópodos (grandes dinosaurios herbívoros de 18 a 25 metros de longitud) que, hace 175 millones de años, dominaron el hábitat de una región del centro y norte del Chubut, la formación Cañadón Asfalto. Dos pertenecían a especies ya descriptas, Patagosaurus fariasi y Volkheimeria chubutensis, y otras dos están actualmente en estudio.

El esmalte de los dientes de cada especie de saurópodo estudiada presenta rugosidades y relieves específicos, indicó a la Agencia CyTA uno de los autores, el doctor Diego Pol, paleontólogo del Museo Egidio Feruglio (MEF) de Trelew. “Identificamos los patrones que diferenciaban a las especies”, agregó el investigador del CONICET.

En este trabajo particular, los científicos analizaron, mediante microscopios de barrido electrónico, esmaltes de dientes aislados fosilizados asociados con materiales del cráneo y de la mandíbula.

“Esta herramienta también podría extenderse para mejorar el estudio de otros dinosaurios y la evolución de otras formas de vida que existieron hace millones de años en nuestro planeta”, destacó Pol.

Durante el Jurásico Inferior o Temprano, esa región de Chubut estaba cubierta por bosques y lagos. Cada uno de los saurópodos examinados, según la evidencia, se alimentaba de diferentes helechos y coníferas.

En el trabajo, publicado en la destacada revista científica “PLoS One”, también participaron los doctores Femke Holwerda y Oliver Rauhut, del Museo de Ciencias Naturales de Munich, en Alemania.

Fuente: Agencia CyTA