domingo, 15 de julio de 2018

Desarrollan un biovidrio para ser utilizado en implantes dentales y reconstrucciones maxilofaciales

Investigadores de la CNEA proveen el biovidrio con el que se elabora un novedoso material que podrá ser utilizado en implantes dentales y reconstrucciones maxilofaciales, en pacientes con cáncer, en un desarrollo de científicos de la UBA, del CONICET y de la Universidad Nacional de Cuyo.

Vidrio bioactivo en forma monolítica utilizado como injerto
para regeneración ósea.

Un equipo interdisciplinario de científicos argentinos desarrolló un biomaterial con propiedades similares al hueso y que, en el futuro, podría aplicarse para regenerar el tejido en casos de traumas, tumores e implantes dentales.

A diferencia de la mayoría de los productos utilizados como sustitutos óseos en la actualidad, el nuevo biomaterial no sólo tiene una fase inorgánica (constituida por vidrios y cerámicos especiales) sino también una fase orgánica: una parte del cordón umbilical humano que funciona como “un rico reservorio de factores que estimulan la regeneración de los tejidos”, indicó el Dr. Cristian Martínez, cirujano maxilofacial integrante del Laboratorio para el Estudio de Biomateriales del Departamento de Patología Oral de la Facultad de Odontología de la UBA y del Grupo de Biomateriales de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO), en Mendoza.

Por su parte la fase inorgánica está formada por un biocerámico y un biovidrio. En experimentos de laboratorio, el biomaterial probó ser biocompatible y tener atributos mecánicos superiores a los de productos similares reportados en la literatura.

Tras años de investigación, Martínez y sus colegas lograron determinar la composición ideal para este biomaterial, así como refinar su proceso de síntesis. “La aspiración es hacer una transferencia tecnológica de nuestro desarrollo al ámbito médico”, destacó Martínez a la vez que señaló: “Nuestro biomaterial es apto para ser aplicado en neurocirugía, traumatología, cirugía maxilofacial e incluso implantología odontológica. Y permitiría evitar la necesidad de tomar injertos de otra parte de cuerpo”.

Por su parte Miguel Prado, del Departamento Materiales Nucleares de la Gerencia de Investigación Aplicada (GIA) de la CNEA, explicó que el grupo de trabajo tiene una amplia experiencia en la utilización de desarrollos en vidrios, a partir de la experiencia obtenida por más de una década de trabajos realizados para producir biovidrio y biomateriales en las tareas de inmovilización de residuos nucleares.

Biovidrio

Específicamente el biovidrio se elabora a partir de una mezcla de óxido de silicio, carbonato de calcio, carbonato de sodio y fosfato de sodio que es sometida a un tratamiento térmico en un horno eléctrico. Posteriormente, el material obtenido es triturado, molido y tamizado para obtener unas pequeñas partículas de vidrio bioactivo que poseen propiedades osteoconductivas, es decir, que favorecen el crecimiento óseo. A partir del biovidrio, mediante su cristalización aplicando tratamientos térmicos adecuados, también se producen vitrocerámicos, que son materiales parcialmente vítreos y parcialmente cristalinos con propiedades similares a las de los biovidrios.


El biomaterial fue íntegramente desarrollado en Argentina y recibió de la Academia Nacional de Odontología el premio Fundación René Barón como la investigación más relevante de 2017 en esa disciplina.

Del avance también participaron Carlos Fernández y Andres Ozols, de la UBA; y Daniel Olmedo, del CONICET y de UNCUYO.

Fuente: U238