viernes, 20 de julio de 2018

Comienzan las pruebas del primer tomógrafo PET desarrollado en el país

Un grupo de especialistas del Centro Atómico Ezeiza desarrolló el primer prototipo de un tomógrafo PET fabricado íntegramente en el país.

Tomógrafo por emisión de positrones AR-PET.

Funcionará en el servicio de Medicina Nuclear del hospital dependiente de la UBA.

Tras una semana de intenso trabajo, especialistas del Grupo de Sistemas Digitales y Robótica del Centro Atómico Ezeiza de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) concluyeron el armado del primer tomógrafo PET desarrollado y fabricado totalmente en el país en su lugar de funcionamiento.

El equipo –que se utilizará en el diagnóstico de enfermedades oncológicas y cardiológicas–funcionará en un espacio especialmente acondicionado dentro del Servicio de Medicina Nuclear del Hospital de Clínicas José de San Martín, perteneciente a la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Sobre los próximos pasos, el ingeniero Claudio Verrastro, jefe de la División de Sistemas Digitales y Robótica de la CNEA, explicó que se le pedirá a la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) la autorización para trabajar con radiofármacos y, posteriormente, comenzará una etapa de caracterización del equipo desde el punto de vista funcional que permitirá homologarlo para su utilización en pacientes.

El Tomógrafo AR-PET de diseño y fabricación 100% nacional permitirá obtener imágenes anatómicas y funcionales del cuerpo humano de forma no invasiva, brindando un diagnóstico preciso de ciertas enfermedades como el cáncer, problemas cardíacos y trastornos cerebrales.

El equipo desarrollado por la CNEA cuenta, además, con algunas características distintivas: funciona de manera inalámbrica  y con un consumo de 12 voltios, lo que permite utilizar baterías con menor impacto ambiental. Además, puede operar con dos de sus seis componentes principales, lo que facilita que el equipo sea reparado sin interrupciones en la prestación de sus servicios.

Esto es posible gracias a que sus cabezales (los responsables de la toma de imágenes) son de giro continúo. Para esto, cada fotomultiplicador del equipo tiene su propia computadora dedicada al procesamiento de datos. Estos cabezales fueron construidos con cristales centelladores dispuestos en forma hexagonal, lo que permite obtener un campo de visión amplio y facilita que se puedan sacar, reparar y reponer sin que el escáner salga de servicio.

Trabajo en equipo

El proyecto fue llevado a cabo por el Grupo de Sistemas Digitales y Robótica de la CNEA, en colaboración con el Grupo de Inteligencia Artificial y Robótica de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), y fue financiado con recursos del tesoro nacional.  Inicialmente,  contó con el aporte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Actualmente sólo tres empresas en el mundo se dedican a comercializar este tipo de instrumentos, que tienen un valor de mercado superior al millón de dólares por unidad. Con este nuevo tomógrafo no sólo se reducirán los gastos de adquisición de estos equipos, sino que también se mejorará el acceso a tecnología de última generación en el ámbito de la salud pública.

Fuente: CNEA