martes, 15 de diciembre de 2015

Argentina y Australia desarrollan forrajes transgénicos

A partir del trabajo conjunto del centro de investigación australiano AgriBio y la FAUBA, prevén lanzar una línea de forrajes transgénicos con altos contenidos de azúcares, bajos niveles de lignina y un retraso en la senescencia de las plantas. Los investigadores señalaron que las “líneas de trabajo conjuntas tienen muy buenos progresos, que van desde el segundo ensayo en el mundo de una planta transgénica de trébol blanco, hasta el primero de un pasto miel transgénico”.


Las mejoras en la productividad y en la calidad de pasturas son factores de peso en el desarrollo de tecnologías para la producción animal y, según los especialistas, en los próximos años se espera la llegada de una nueva generación de forrajes que con la ayuda de la biotecnología permitiría mejorar ampliamente la competitividad del sector. 

“Los sistemas pastoriles van a ser fundamentales en el futuro”, aseguró Germán Spangenberg, director del instituto de biotecnología AgriBio y profesor de la Universidad de La Trobe, Australia, durante el 37º Congreso Argentino de Producción Animal, realizado en la Ciudad de Buenos Aires, al referirse al anuncio de tecnologías para los próximos años, algunas producto de investigaciones conjuntas entre la Argentina y Australia.

Spangenberg destacó que en el Estado de Victoria, donde se produce el 66% de la leche australiana y el 86% de los productos lácteos de ese país que van a la exportación, se propusieron duplicar la tasa de productividad anual del sector lechero en la próxima década, a partir del desarrollo de tecnologías que incrementan el rendimiento y la calidad de las pasturas, entre otros aspectos, y que también significarán un fuerte impacto en la producción de carne.

El investigador, de origen uruguayo y radicado en Australia, subrayó las líneas de trabajo que se llevan adelante con raigrás perenne (que representa el 70% de la biomasa que consumen los bovinos lecheros en el Estado australiano de Victoria), y señaló que existen dos estudios en colaboración con instituciones públicas y privadas de la Argentina, que generan grandes expectativas. 

“Estamos pensando en las especies que son de importancia hoy y en el futuro, y eso nos lleva a considerar pasturas subtropicales y megatérmicas y a establecer vínculos que llevan décadas de colaboración con el Hemisferio Sur”, afirmó a Argentina Investiga. 

En este sentido, Spangenberg informó que se realizan dos trabajos de investigación con transgénesis en colaboración con la Facultad de Agronomía de la UBA, para reducir los niveles de lignina en pasto miel (para mejorar la digestibilidad de la materia seca) y retardar la senescencia foliar en trébol blanco. Además, a partir del uso se la misma tecnología de transgénesis, el centro de investigación australiano estableció un programa de mejoramiento con alfalfa, junto al INTA y al Instituto de Agrobiotecnología Rosario (Indear).

Muchas expectativas en la FAUBA

Durante su estadía en Buenos Aires, el investigador australiano visitó a sus pares argentinos de la FAUBA, Gustavo Schrauf, docente de la cátedra de Genética, quien participa en las investigaciones conjuntas que se llevan adelante con trébol blanco y pasto miel, y comentó: “Mantenemos un vínculo muy estrecho desde hace casi dos décadas. En 1995 Germán colaboró con un curso de posgrado en la Escuela para Graduados de la FAUBA y desde entonces presentamos proyectos en colaboración. Mi trabajo de tesis lo hice en su laboratorio y varios de nuestros becarios también se formaron allí”. 

“Nuestras líneas de trabajo conjuntas tienen muy buenos progresos, que van desde el segundo ensayo en el mundo de una planta transgénica de trébol blanco, hasta el primero de un pasto miel transgénico”, dijo Schrauf. Además, afirmó: “Tenemos muchas expectativas sobre eventos que reúnen bajos contenidos de lignina, altos de azúcares (fructanos) y un retardo en la senescencia, porque van a tener un gran impacto en la producción pecuaria de Australia y de la Argentina. Los eventos de pasto miel, dentro de gramíneas forrajeras C4, son los primeros obtenidos en el mundo que combinan estas características”.