Un robot diseñado por el INTA para anticipar la tolerancia a la sequía en soja conquistó el interés de los principales centros de investigación agrícola de la India durante el Tercer Simposio Internacional de Fenotipado de Plantas, realizado en Chennai.
Esta tecnología, una plataforma automática de fenotipado de soja, fue presentada por Luis Aguirrezábal, especialista del INTA Balcarce y del Conicet.
En el encuentro, que contó con más de 200 representantes de 18 países, organismos como el Instituto Internacional de Investigación sobre Cultivos en Zonas Tropicales Semiáridas (Icrisat) y el Centro Internacional de Investigaciones Agrícolas en Zonas Áridas (Icarda) mostraron interés en adquirir la innovación.
“El robot le permite a la Argentina ser líder en el desarrollo de tecnologías agrícolas novedosas y a bajo costo. Es la primera plataforma que registra las características físicas de las plantas en Latinoamérica”.
Así, consideró que esto es una posibilidad para que el país pueda “posicionarse en la Red Sudamericana de Fenotipado”.
Con 1.600 millones de habitantes, de los cuales un 40% es vegetariano, “la India es uno de los países más interesados en mejorar la producción de legumbres y de trigo en condiciones de sequía”, explicó Aguirrezábal.
“En sólo dos o tres meses, el robot permite anticipar los resultados de experiencias que llevan varios años”, dijo Aguirrezábal. Por otra parte, el técnico adelantó que la innovación participará de un experimento internacional con plantas reales de maíz y colza y otras artificiales, “para comparar lo que mide nuestra tecnología en relación con otras plataformas de Europa y Australia”.
Puesta a prueba Durante el simposio, el especialista del INTA Balcarce presentó una investigación sobre la eficacia del robot para anticipar el grado de tolerancia a la sequía de ciertas variedades de soja. Con cultivos expuestos a diversas condiciones hídricas naturales, la experiencia de campo se extendió durante siete años entre períodos de sequía y de exceso de agua. Los resultados obtenidos permitieron corroborar los datos anticipados por el robot.
En esa línea, Aguirrezábal enfatizó que la experiencia constituye “un caso exitoso, uno de los pocos a escala mundial en el que los resultados arrojados por una máquina pueden verificarse en el campo”.
En uno de los ensayos, las variedades expuestas a condiciones de sequía, redujeron su peso en un 20 y un 45%, respectivamente. Por su parte, en la red de cultivos a campo, las mismas plantas disminuyeron el rendimiento en un 10 y un 30%.
Aguirrezábal detalló cómo se desarrolló la experiencia: las plantas de soja fueron sometidas a condiciones hídricas deficitarias y, a partir de imágenes tomadas en forma automática por el robot, se registró su comportamiento en cada situación. Así, las mediciones permitieron anticipar el nivel de rendimiento de los distintos cultivares que conformaron una red de campos de ensayo ubicada en diferentes localidades del NOA.
Un aporte internacional
La patente del robot fue registrada por el INTA en 2011 y tiene como objetivo optimizar el proceso de medición de las características físicas de las plantas –el fenotipo–. Una descripción minuciosa permite a los investigadores analizar la constitución genética de cada ejemplar y, de este modo, acelerar la obtención de variedades mejoradas de los cultivos.
Fuente: INTA
Esta tecnología, una plataforma automática de fenotipado de soja, fue presentada por Luis Aguirrezábal, especialista del INTA Balcarce y del Conicet.
En el encuentro, que contó con más de 200 representantes de 18 países, organismos como el Instituto Internacional de Investigación sobre Cultivos en Zonas Tropicales Semiáridas (Icrisat) y el Centro Internacional de Investigaciones Agrícolas en Zonas Áridas (Icarda) mostraron interés en adquirir la innovación.
“El robot le permite a la Argentina ser líder en el desarrollo de tecnologías agrícolas novedosas y a bajo costo. Es la primera plataforma que registra las características físicas de las plantas en Latinoamérica”.
Así, consideró que esto es una posibilidad para que el país pueda “posicionarse en la Red Sudamericana de Fenotipado”.
Con 1.600 millones de habitantes, de los cuales un 40% es vegetariano, “la India es uno de los países más interesados en mejorar la producción de legumbres y de trigo en condiciones de sequía”, explicó Aguirrezábal.
“En sólo dos o tres meses, el robot permite anticipar los resultados de experiencias que llevan varios años”, dijo Aguirrezábal. Por otra parte, el técnico adelantó que la innovación participará de un experimento internacional con plantas reales de maíz y colza y otras artificiales, “para comparar lo que mide nuestra tecnología en relación con otras plataformas de Europa y Australia”.
Puesta a prueba Durante el simposio, el especialista del INTA Balcarce presentó una investigación sobre la eficacia del robot para anticipar el grado de tolerancia a la sequía de ciertas variedades de soja. Con cultivos expuestos a diversas condiciones hídricas naturales, la experiencia de campo se extendió durante siete años entre períodos de sequía y de exceso de agua. Los resultados obtenidos permitieron corroborar los datos anticipados por el robot.
En esa línea, Aguirrezábal enfatizó que la experiencia constituye “un caso exitoso, uno de los pocos a escala mundial en el que los resultados arrojados por una máquina pueden verificarse en el campo”.
En uno de los ensayos, las variedades expuestas a condiciones de sequía, redujeron su peso en un 20 y un 45%, respectivamente. Por su parte, en la red de cultivos a campo, las mismas plantas disminuyeron el rendimiento en un 10 y un 30%.
Aguirrezábal detalló cómo se desarrolló la experiencia: las plantas de soja fueron sometidas a condiciones hídricas deficitarias y, a partir de imágenes tomadas en forma automática por el robot, se registró su comportamiento en cada situación. Así, las mediciones permitieron anticipar el nivel de rendimiento de los distintos cultivares que conformaron una red de campos de ensayo ubicada en diferentes localidades del NOA.
Un aporte internacional
La patente del robot fue registrada por el INTA en 2011 y tiene como objetivo optimizar el proceso de medición de las características físicas de las plantas –el fenotipo–. Una descripción minuciosa permite a los investigadores analizar la constitución genética de cada ejemplar y, de este modo, acelerar la obtención de variedades mejoradas de los cultivos.
Fuente: INTA