En busca de agregar valor a los residuos originados en los frigoríficos, el INTI desarrolló un pegamento que emplea sangre animal, y que se comporta del mismo modo que los adhesivos usados en la actualidad por la industria maderera.
Un equipo de técnicos del centro de INTI-Caucho ha desarrollado un pegamento que se obtiene a partir de la sangre animal, residuo que contamina los efluentes pero cuyo poder de adhesión es óptimo para ligar estructuras destinadas a la construcción en madera.
Debido a su bajo costo y alto poder de adhesión, las resinas a base de urea-formaldehído (UF) son ampliamente usadas como pegamentos para aglomerados y laminados. Sin embargo, tanto en su fabricación como en las tareas posteriores de aplicación, se libera formaldehído, una sustancia altamente tóxica.
Debido a su bajo costo y alto poder de adhesión, las resinas a base de urea-formaldehído (UF) son ampliamente usadas como pegamentos para aglomerados y laminados. Sin embargo, tanto en su fabricación como en las tareas posteriores de aplicación, se libera formaldehído, una sustancia altamente tóxica.
Debido a que en Europa y los Estados Unidos existen limitaciones en relación al empleo de adhesivos con formaldehido, el empleo de este desarrollo falicitaría la exportación de productos.
Actualmente, la sangre que se genera en los frigoríficos es utilizada para chacinados y la elaboración de polvo o harina proteica con la que se fabrica el alimento balanceado para animales, pero la mayor parte se descarta, generando contaminación de los efluentes.
La metodología de aplicación del adhesivo desarrollado por el INTI es la misma que con la resina ureica derivada del petróleo, lo que significa que no es necesario modificar los procesos productivos. Se disuelve el polvo de sangre en agua y se agregan sustancias que mejoran sus propiedades. El adhesivo resultante se mezcla con aserrín y es colocado en una prensa con una temperatura que logra evaporar el agua. No se necesita realizar una inversión tecnológica, ya que es posible utilizar el mismo equipo con el que se mezcla el pegamento sintético, pero su materia prima es más económica.
Por tratarse de un producto 100% orgánico, hay que fabricarlo en el lugar, debido a que se descompone fácilmente, pero su poder de adhesión posee una duración indefinida.
El principal destinatario de este desarrollo es la industria maderera, especialmente aquellas empresas que trabajan en la fabricación de laminados y aglomerados y que emplean hoy adhesivos no aptos para la exportación de sus productos.
fuente: INTI